El poder del consumidor (y III)
Si pueden ofrecer esos precios tan asequibles en el reparto de comida a domicilio es porque: Compran ingredientes baratos (¿calidad acorde?) y los compran de forma masiva. Los empleos que se generan son de baja cualificación y los sueldos que se pagan a empleados y repartidores son tendentes a la cutrez. Como siempre, quien gana dinero realmente es la gran empresa, cuyos directivos se forran mientras el resto apenas le llega para fin de mes (¿tendrá eso algo que ver con el incremento en la desigualdad social y la desaparición de la clase media?) Repensemos, por tanto, lo que estamos haciendo con este cambio de hábitos y cuando todo esto ocurra (si es que nos damos cuenta de que está ocurriendo), no echemos toda la culpa fuera de nuestro tejado. Hay muchos más ejemplos en los que hemos cedido parte de nuestro poder a multinacionales. Un poco a esta, otro poco a otra,... hasta que al final el poder que nos queda, nuestro margen de libertad será bastante limitado. Si ahora las multi...