El vicio de subcontratar
Ayer mientras paseábamos nos encontramos con una vieja conocida que hacía tiempo que no veíamos. Como se suele hacer en estos casos, preguntamos: - Bueno y ¿qué tal estás? - Bien o… ¿te cuento? –respondió ella - Cuenta, cuenta… -dijimos. Y efectivamente, contó. La mujer es obvio que necesitaba desahogarse. Nos contó que estaba de baja por estrés en el trabajo y más cosas. Al terminar de escuchar toda la historia, terminé tan indignado que decidí escribir este post. Para empezar, trabajaba para una empresa de limpieza contratada por una empresa pública. Sus condiciones de trabajo eran tendentes a lo lamentable, con mucha presión por parte de los capataces (que no pueden llamarse jefes, realmente), en condiciones bastante precarias, y con todo tipo de problemas para ejercer los más mínimos derechos laborales (ir al médico, conseguir las bajas, …), aunque al final se ejerzan. Para seguir, se trataba de una madre soltera. Si la vida es complicada para una familia trad...