Compendio de autoayuda (17) - Conclusión
Conclusión
“No hay victoria sin esfuerzo”
“El que algo quiere, algo le cuesta”
A lo largo de estos párrafos hemos ido repasando algunos consejos
que se pueden encontrar en múltiples libros de autoayuda (véase algunos en la
bibliografía aportada) y otros recomendados por el propio sentido común que,
lamentablemente, y como suele decirse, es el menos común de los sentidos.
Cierto es que la mayor parte de ellos, de tan sentido común que
son, son obvios, como lo de no envenenarse con el tabaco y el alcohol (es mejor
no envenenarse en general), sin embargo
es mucho más fácil decirlo que hacerlo.
El sencillo ejemplo del alcohol es una clara muestra de ello. La
sociedad nos invita permanentemente a compartir la cerveza, el vino o los
licores con cualquier excusa. Sustraerse a ello es nadar contra corriente.
Lo mismo ocurre con otras muchas de las recomendaciones.
Identificar el problema, puede ser fácil, identificar la solución, también.
Llevarla a la práctica es lo que es realmente complejo, sobre todo teniendo en
cuenta que la modificación de un hábito no siempre tendrá reacciones positivas
de forma instantánea. Es decir, no hay una relación causa-efecto clara, que es
lo que el ser humano es capaz de valorar adecuadamente (si me pego con un
martillo en un dedo, me duele instantáneamente, si dejo de darme, el dolor va
disminuyendo con el paso del tiempo)
Aquí no es así. Si dejo de fumar no obtengo un beneficio instantáneo,
sino al contrario, me siento mucho peor y solo notaré su efecto beneficioso
pasados bastantes meses desde que fumé el último cigarro y ni siquiera será
fácil atribuir esa mejoría a dejar de fumar. O si dejo de hacer caso a la
televisión cuando me hablan mis hijos para atenderles convenientemente, el
efecto positivo no lo notaré en el momento sino que será a lo largo de la vida.
Dicho de otra forma, sustituya la satisfacción instantánea por una recompensa constante y duradera, aunque desgraciadamente, diferida en el tiempo (no todo van a ser ventajas).
Dicho de otra forma, sustituya la satisfacción instantánea por una recompensa constante y duradera, aunque desgraciadamente, diferida en el tiempo (no todo van a ser ventajas).
La recomendación final, es por tanto, use su sentido común. No se
deje llevar por la corriente de la sociedad. No deje que pasen los días e
intente llenarlos con cosas positivas. Reflexione sobre las cosas que aquí se
han dicho y evalúe si pueden ser válidas para su vida. Si lo son, aplíquelas.
En caso contrario, ignórelas y redacte su propio compendio de autoayuda.
Lo importante es repasar, si es posible todos los días, el
trascurso de la jornada, y evaluar en qué nos equivocamos y en qué podemos
mejorar. Dicho de otra manera, recordar que somos el capitán del barco de
nuestra vida y que de vez en cuando debemos evaluar si el rumbo que lleva el
barco nos acerca al puerto al que queremos ir.
Si no lo hacemos, iremos en un barco a la deriva que no nos lleva
a ningún sitio (o, en el peor de los casos, nos acerca a una catarata) y
consecuentemente nos limitamos a navegar cada día, solo viendo mar y más mar.
¿Eso es malo? No, si lo que nos gusta es ver mar y sólo ver mar (o sí, si
realmente el barco nos está llevando a despeñarnos por la catarata)
Pero si se siente frustrado/a es porque no solo le gusta ver mar y
necesita más cosas. Intente averiguar qué son esas cosas y búsquelas. Nunca
desfallezca, nunca se dé por vencido/a por muchos intentos fallidos del pasado.
Y nunca se desmoralice. Todo lo que aquí se dice es sencillo y a
la vez muy complicado, no se culpe si no tiene éxito en alguna faceta que
quiera cambiar, pero aún así, siga queriendo cambiarla.
Efectivamente, si algo no le gusta, cámbielo y el método obvio
para hacerlo es no seguir haciendo lo mismo. Ya lo dijo Einstein que dicen fue
un tipo listo: “si quieres que algo
cambie, no hagas siempre lo mismo”, o algo así. Las cosas de perogrullo las
tiene que decir alguien importante para que nos las tomemos en serio.
Pero no es fácil, ni para usted ni para nadie, incluyendo al que
escribe estas líneas, no olvide eso. Sin embargo la victoria merece la pena y
no hay victoria sin esfuerzo
Y como dijo Serrat, “hoy puede ser un gran día, plantéatelo
así, aprovecharlo, que pase de largo, depende en parte de ti”.
Cambie, comience de nuevo, como una persona sin pasado, o mejor,
que utiliza el pasado como una base de datos en la que están almacenados sus
actos y sus consecuencias, buenas o malas, es decir, un lugar del que simplemente
se extrae información para ayudarnos a tomar decisiones más acertadas en el
futuro.
Mañana, hoy, comenzamos una nueva vida. Y si no, pasado mañana. Nunca
es tarde. Cada día se nos ofrece la oportunidad de comenzar de nuevo, de vivir
y no de ser vivido.
No la desaproveche.
Bibliografía
Autor
|
Título
|
Allen Carr
|
Es fácil que las mujeres dejen de fumar
|
Antonio San Jose
|
Hoy no me cambio por nadie
|
Bernardo Stamateas
|
Gente toxica
|
Bertrand Russell
|
La conquista de la felicidad
|
Charles Darwin
|
El origen de las especies
|
Dalai Lama
|
El arte de la felicidad
|
Dale Carnegie
|
Como suprimir las preocupaciones
|
Dietrich Langen
|
Ejercicios de relajacion
|
Eduardo Punset
|
El viaje al amor
|
Eduardo Punset
|
El viaje a la felicidad
|
Eduardo Punset Casals
|
El viaje al poder de la mente
|
Elsa Punset
|
Brujula para navegantes emocionales
|
Enrique Rojas Montes
|
El hombre light
|
Enrique Rojas Montes
|
La ansiedad
|
Greg Anderson
|
Las 22 Leyes del Bienestar
|
Jiddu Krishnamurti
|
El arte de vivir
|
Jorge Bucay
|
El camino de la felicidad
|
Jose Antonio Marina
|
Anatomia del miedo
|
Jose Antonio Marina
|
La inteligencia fracasada
|
Josep M. Albaigès
|
Ayudando a la memoria
|
Louise L. Hay
|
El poder está dentro de ti
|
Lucio Anneo Seneca
|
De la felicidad
|
Maria Dolores Avia et al
|
Optimismo inteligente
|
Maria Jesus Alava Reyes
|
La inutilidad del sufrimiento
|
Martha Baldwin
|
Autosabotaje
|
Mechthilde Gairing
|
Como superar el estres de la vida...
|
Napoleon Hill
|
Piense y hagase rico
|
Paulo Coelho
|
El peregrino
|
Paulo Coelho
|
El Zahir
|
Paulo Coelho
|
Veronika decide morir
|
Paulo Coelho
|
A orillas del río Piedra me senté y llore
|
Paulo Coelho
|
Brida
|
Pilar Jerico
|
No miedo
|
Professor Hermogenes
|
Yoga para nerviosos
|
Ramiro Calle
|
El gran libro de la meditación
|
Ramiro Calle
|
Enseñanzas eternas para tiempos difíciles
|
Ramon Campayo
|
Desarrolla una mente prodigiosa
|
Rhonda Byrne
|
El secreto
|
Rhonda Byrne
|
El Poder
|
Ricardo Ros
|
Stop a la ansiedad
|
Richard Dawkins
|
El gen egoista
|
Robert Fisher
|
El caballero de la armadura oxidada
|
Robert Maurer
|
El camino del Kaizen
|
Robin Sharma
|
Las cartas secretas del monje que vendió su ferrari
|
Robin Sharma
|
El monje que vendio su Ferrari
|
Rosetta Forner
|
La reina que dio calabazas al caballero de la
armadura oxidada
|
Spencer Johnson
|
¿Quién se ha llevado mi queso?
|
Stephen R. Covey
|
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
|
Svevo Brooks
|
El arte de vivir bien
|
Tenzin Gyatso
|
El arte de vivir en el nuevo milenio
|
Tenzin Gyatso
|
El arte de la compasion
|
Viktor E. Frankl
|
El hombre en busca de sentido
|
Wayne Dyer
|
Tus zonas erróneas
|
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