Fascista

Veo tan profusamente usada la palabra fascista, y a mi juicio tan incorrectamente empleada, que creo que todos debemos hacer un esfuerzo pedagógico para difundir su correcto significado.
Incluso me ha parecido oir que algunas personas con ideas próximas al fascismo llaman fascistas a reconocidos demócratas de toda la vida.

Por eso, desde esta modesta página nos gustaría aportar nuestro granito de arena.

Cualquier esfuerzo pedagógico debe partir, creo yo, de una preparación del que intenta ejercer la pedagogía.
Por ello he buscado la palabra fascista en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), que nos remite a la palabra fascismo. Me quedaré con la primera entrada por no hacer esto demasiado largo:
Movimiento político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la primera mitad del siglo XX, y que se caracterizaba por el corporativismo y la exaltación nacionalista.”

Aquí aparecen tres conceptos nuevos: Totalitario, de totalitarismo:”el Estado concentra todos los poderes en un partido único y controla coactivamente las relaciones sociales bajo una sola ideología oficial”
Corporativismo: Esto no lo busco, yo creo que sabemos más o menos qué es: Todos colegas y genial, lo malo es si no formas parte del colegueo
Nacionalista: Ya sabemos qué es
Si juntamos todo esto de una manera creativa, ¿qué nos queda?.
Fascista. Alguien que defiende ideas totalitarias (el estado tiene todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial), que es corporativo (ya explicado) y que exalta ideas nacionalistas.

Por tanto, usando estas definiciones de la RAE, no parece muy apropiado usarlo con tanta frecuencia como se usa aquí en España, una democracia moderna mundialmente reconocida. A mi, al menos, no me suena mucha gente que cumpla todas las condiciones.

Cierto es que para la validez del análisis debemos aceptar la autoridad de la RAE en materia de lengua española (y digo esto porque al igual que hoy día cualquiera puede cuestionar la validez de las leyes, sustituyéndolas por leyes de andar por casa, podría cuestionarse la veracidad de las definiciones de la RAE, puesto que ésta institución, al fin y al cabo es una entidad opresora que no da libertad para asignar democráticamente a cada palabra el significado que uno quiera).

Naturalmente, si no se acepta la autoridad de la RAE, se puede utilizar la palabra fascista como, cuando y con el significado que uno quiera.

Por cierto, hablando de nacionalismos y de fascismos, siempre me ha llamado la atención esta asimetría:
  • Si eres francés y dices “Vive la France” eres un patriota y está bien visto
  • Si eres norteamericano y te levantas cuando oyes el himno de tu país y te pones la mano en el pecho, eres un patriota y está bien visto
  • Si eres británico y dices “God save the queen”, queda hasta elegante
  • Si eres español y dices “Viva España” eres un facha, que es otra forma de decir fascista (ver significado en párrafo anterior)

Se me ocurren dos posibles explicaciones para esta asimetría
  1. La leyenda negra que los enemigos del imperio español levantaron allá por los siglos XV, XVI y XVII, con el fin de desprestigiarle. Sin duda lo consiguieron ampliamente porque hasta nosotros hemos acabado creyéndonosla y hoy estamos seguros de haber sido los más bestias entre esas gentes pacíficas y educadas que eran nuestros vecinos y contrincantes en la Europa de aquella época.
  2. Que el general Franco se pasara los 40 años de dictadura acabando sus discursos con “Viva España”.

No sé si se os ocurrirán más razones, pero a mi estas me parecen insuficientes porque
  1. los españoles no eran más bestias que sus congéneres de otras nacionalidades, sino que estaban en sintonía con la cazurrez y bestialidad que imperaba en la época en todas las naciones (por cierto, la cazurrez no ha desaparecido de todos los lugares del mundo, a pesar del tiempo transcurrido)
  2. Franco haría muchas cosas más, aparte de decir “Viva España”, por ejemplo, comer y estaremos de acuerdo que no todo el que coma será fascista porque también lo hiciera Franco

En fin, asumamos que la asimetría seguirá en vigor mucho tiempo, porque para que desapareciera, debería extenderse un poco más el hábito de la lectura, hábito que desgraciadamente está pasando a la historia. A esa Historia que no conocemos.

Comentarios

  1. Es curioso. Cuando alguien me califica de ROJO y le solicito cortésmente que defina el adjetivo, se acaba la discusión. Muchos se quedan en blanco. Lo mismo podría decirse de FASCISTA, FACHA, MACHISTA, FEMINAZI... Y tantos y tantos adjetivos empleados en términos peyorativos y de odio.
    El lenguaje determina el pensamiento. Pensamos con palabras. Quien controla el significado y el uso de la lengua, controla el pensamiento (léase el concepto de neolengua en "1984" de George Orwell).
    Ah..., Y recordemos el dicho castellano: Calumnia, que algo queda...

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    Respuestas
    1. Me estoy releyendo ese libro, por cierto, gracias a ti y aparte del sórdido mundo que dibuja encuentro ciertos parecidos con la situación actual. Efectivamente como dices con la manipulación del lenguaje. Se simplifican y se cambian los significados de las palabras y se acuñan nuevas que disminuyen los matices.
      En definitiva se está simplificando el lenguaje con lo que expresar ideas complejas es tarea imposible y la peña se tiene que quedar con pensamientos bastante pobres puesto que se construyen con pocas palabras de pocos matices.
      En línea con esto, está el poder del etiquetado. Se llama facha, o rojo o lo que quieras a alguien y como por arte de magia le desprovees de su condición de persona y queda reducido (simplificado) a alguien sin matices, sin riqueza y solo dotado de los aspectos negativos que se le ha querido dar a la palabra.
      De acuerdo, completamente con tus comentarios. Así no vamos a conseguir nunca tener lectores. No hay polémica

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