Suplantator el extraterrestre (4) - La compra
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Se encaminaron a un
hipermercado y allí Suplantator y Auxiliator se separaron. Suplantator buscaría
comida mientras Auxiliator elegía algo más de ropa que le gustara a él.
Suplantator necesitaba
descansar de Auxiliator de alguna forma y ésta parecía buena.
Mientras Suplantator
estaba comprando algunos lácteos, se cruzó con un hombre que hacía la compra
acompañado de una niña pequeña de unos dos años, subida en el carro del
hipermercado.
El hombre comenzó a
protestar sin dirigirse a nadie en concreto.
Suplantator, que deseaba
entender cuanto antes a los humanos, le preguntó
- Buenos días, buen hombre ¿qué es eso que
tanto le irrita?
El hombre miró extrañado
al individuo que así le interpelaba, pero al ver un rostro agradable, se
desahogó.
- Esta gente del hipermercado, siempre
están cambiando las cosas de sitio y no encuentro nada. Tengo que hacer la
compra de un montón de cosas y voy a tardar más de lo previsto, y, -añadió el
hombre- a las doce y media tengo que recoger a mi hijo en el colegio.
La niña, que estaba
sentada en el carro, alargó la mano para coger un producto cualquiera de las
estanterías, el padre se lo impidió y la niña comenzó a llorar.
Suplantator cruzó la
mirada con la de la niña y ésta calló al instante. y se puso a sonreirle,
calmándose totalmente.
- ¿Busca algo en concreto? -preguntó
Suplantator
- La mierda de yogures con bífidus y
cereales integrales edulcorados con estevia
Suplantator recurrió a
su conexión cerebral con el losabetodator e inmediatamente dio unos pasos y le
ofreció al hombre los yogures que estaba buscando. El hombre se lo agradeció
sorprendido.
- Gracias
En ese instante oyó a lo
lejos una voz
- Suplantator, Suplantator, mira lo que he
encontrado
Miró de donde venía la
voz. Era Auxiliator que le saludaba desde el otro extremo del pasillo con una
prenda levantada en alto y agitándola. Se quedó atónito al ver que se trataba
de un sujetador. Todo el mundo le miraba. Se acercó hasta donde Suplantator
estaba y al ver que estaba hablando con alguien, Auxiliator dijo
- Buenos días señora terrestre
Esta vez el hombre no
tuvo ninguna duda de que se encontraba delante de dos chiflados y sin decir
palabra huyó de aquel lugar.
- Auxiliator, habla más bajo. Y no me
llames Suplantator.
- Como quieras, Suplantator.
Suplantator, como ya iba
siendo habitual, hizo un gesto de resignación, y preguntó.
- ¿Por qué has cogido un sujetador?
- Es una de las prendas favoritas de los
hombres. Lo he leído -dijo Auxiliator
- Sí, pero no para ponérsela. Les gusta
ver la prenda puesta en las hembras de la especie.
- Aah
- Y debes aprender a distinguir las
hembras de los machos y utilizar correctamente el lenguaje. Has llamado señora
a un hombre. Y por supuesto, no vuelvas a llamar a nadie terrestre, aquí todos
lo son.
- Vale con lo de terrestre, pero si te
refieres a la señora que estaba aquí, no estoy de acuerdo contigo. Era una
mujer
- ¿Como estás tan seguro?
- Lo he leído. Las mujeres se quedan
cuidando a los humanitos mientras los hombres van a cazar osos. Esa mujer
llevaba un humanito.
- Auxiliator, eso era en la época de las
cavernas. Para distinguir un hombre de una mujer, tendrás que fijarte en su
cara y en el aspecto físico de su cuerpo -dijo Suplantator
- Espera que lo mire en el anotator.
- ¿Te has traído el anotator y no el
sabetodator?
- Si, el anotator lo llevo siempre. Es que
hay veces que se me olvidan algunas cosas, ¿sabes?
- Ya -dijo Suplantator
Auxiliator miró en su
anotator y dijo
- Ahora lo tengo claro, las mujeres tienen
unas prominencias en la parte delantera.
Y como para demostrar
que lo había entendido vió a una mujer, se acercó a ella y le dijo
- Señora, son ustedes muy valientes al
cazar a todos esos osos
Suplantator intervino.
- Discúlpele bella dama, es que es
extranjero y aún no domina bien el significado de las palabras.
La mujer salió disparada
con su carro.
- Auxiliator, creo que tienes un buen
cacao de datos. Es mejor que intentes interaccionar lo menos posible con estas
formas de vida hasta que te aclares
- Eso también me lo sé, el cacao se come y
está bueno. ¿Se puede hacer un cacao con datos?
- Tú, sí.
- Ah
Seguían eligiendo cosas
y echándolas en el carro. Bueno más bien era Suplantator el que lo hacía,
porque Auxiliator echó en el carro un neumático y un colchón y Suplantator,
después de ponerlas en su sitio, le prohibió que echara más cosas.
Vieron a una señora
mayor que estaba intentando comprar algo y les pidió ayuda.
- Jóvenes, me podríais decir si este paté
tiene lactosa. Es que tengo intolerancia, así que si lo pruebo me sienta mal y
con estas letras tan pequeñas no veo los ingredientes.
Suplantator se acercó y
leyó los ingredientes.
- No señora. Si su perro tiene
intolerancia no le sentará mal, porque no tiene lactosa.
- ¿qué me dices?¿es comida para perros?
¿pues donde están los patés?
- Deje, que le acompañamos
Suplantator volvió a
conectarse con el sabetodator y averiguó dónde estaban los patés.
Los tres fueron hacia el
lugar adecuado, tomó un paté normal, leyó los ingredientes y dijo:
- Señora, este paté no tiene lactosa
- Muchas gracias, qué amable. ¿me puedes
decir la fecha de caducidad? Es que también la ponen pequeña y no lo veo. No
hace mucho llevé unas salchichas y en casa me di cuenta que estaban caducadas.
Suplantator la obedeció
- No hay problema señora, no caduca hasta
dentro de dos años.
- Gracias otra vez
La anciana se alejó y cuando
Suplantator dio por concluida su compra, se acercaron a la línea de cajas.
Serían alrededor de unas treinta cajas de las cuales solo estaban abiertas
tres, con algunas personas esperando, más dos puntos de autopago. Suplantator
se puso a la cola de una de las tres cajas abiertas.
En un momento que
Suplantator se despistó, Auxiliator echó al carro un gladiolo, seis blister de
pilas alcalinas y doce paquetes de chicles.
Cuando se dio la vuelta
y lo vio, Suplantator interrogó a Auxiliator con la mirada y ėste se limitó a
decir.
- Me gustan
Suplantator pensó que
debía darle algún capricho y no hizo nada.
Llegó su turno y
Suplantator pagó con el sirveparatodator camuflado en el móvil, acercándolo al
terminal. El cajero dijo, dirigiéndose a Auxiliator
- Yo a usted le conozco, ¿sale en
televisión?
Suplantator se apresuró
a decir.
- Sí, ha participado en algunas series
como actor secundario, a mucha gente le suena su cara y no saben porqué
- Eso me pasa a mi -dijo el cajero,
mientras Auxiliator se limitaba a asentir con la cabeza.
Cuando ya habían pagado,
Suplantator le dijo a Auxiliator
- Tienes que tener preparadas excusas para
cuando la gente te diga que tu cara les suena. Es lo que tiene haber elegido la
apariencia de Napoleón Bonaparte.
- Ah, vale -dijo Auxiliator
Iban cargados con varias
bolsas y se volvieron a encontrar con la anciana a la que habían ayudado.
Estaba acompañada de su marido, mayor también, empujando un carro.
- Mira, Antonio. Estos son los jóvenes que
me han ayudado. Si no llega a ser por ellos, llevamos a casa comida para
perros.
- Gracias, es que mi mujer ya no se fija
-dijo el señor
- Es que no veo bien -dijo la señora-
además con tantísimos productos es fácil confundirse. Antes comprábamos en las
tiendas del barrio. Íbamos caminando y charlábamos con los empleados de las
tiendas que nos ayudaban con los productos, pero las fueron cerrando y las que
quedan están muy lejos y son carísimas. Al final tenemos que coger el coche,
que a mi marido ya no se le da nada bien conducir en esta ciudad de locos, y
venir hasta aquí.
- Maricarmen, siempre estás igual, me
apaño bien con el coche.
- Sí, sobre todo cuando te metes por una
calle prohibida
- Sólo me pasó un vez -dijo el señor
levantando la voz
- No se preocupen, ha sido un placer
ayudarles -dijo Suplantator, intentando zanjar el tema
Cuando ya se marchaban,
la señora dijo mirando a Auxiliator.
- Tu cara me suena muchísimo.
- Es posible, soy un peligroso delincuente
-dijo Auxiliator
Los señores se miraron
sorprendidos y Suplantator intervino
- No le haga caso, mi amigo es un
bromista. Es que sale como actor secundario en algunas series de la tele, de
eso le sonará su cara.
- No sabía que se podía repetir la excusa,
porque esa es buena -dijo Auxiliator
- Como ven es un bromista empedernido
-dijo Suplantator
- Bueno adiós -dijeron los señores, con
una repentina prisa.
Suplantator comenzó a
hablar con su calma característica.
- Auxiliator, es mejor que digas me
parezco a… en vez de soy tal… y procura evitar cosas que desagraden a la gente
- Los delincuentes salen en las noticias,
lo he leído.
- Sí, pero por cosas malas, no por cosas
buenas.
- Ah
Auxiliator se calló un
segundo y luego preguntó
- Y ¿como es que nos han dejado todas
estas cosas a cambio de que tu acerques el móvil a un aparatito?
- Nada, cosas de los humanos. Se matan por
dinero y luego te dan todo lo que quieras a cambio de unos pocos bits de
información. El losabetodator ha respondido adecuadamente a las preguntas que
le ha hecho el aparatito y todos tan contentos.
- Ah
- ¿Has visto lo complicado que es hacer la
compra para algunas personas? -preguntó Suplantator?-. Creo que ya sé cuál será
nuestra primera misión.
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