Cuando los sapos bailen flamenco. Ella Baila Sola. 1996
Este post lo publiqué hace tiempo en vísperas de una campaña electoral.
Era una reflexión sobre lo que me gustaría oir en ellas en vez de la cantinela habitual.
Ha pasado el tiempo y dentro de nada hay una nueva cita electoral, esta vez en Andalucía. Mucho me temo que nada haya cambiado...
Era una reflexión sobre lo que me gustaría oir en ellas en vez de la cantinela habitual.
Ha pasado el tiempo y dentro de nada hay una nueva cita electoral, esta vez en Andalucía. Mucho me temo que nada haya cambiado...
A
menudo nos posicionamos políticamente mostrando los trapos sucios de los que
consideramos oponentes políticos. Es menos frecuente posicionarse mostrando las
ideas y los argumentos de los que consideramos afines.
Se traslada así a la
gente de la calle las discusiones y el mal rollo que hay en la arena política
española y más aún en las etapas electorales.
Esto
conduce a debates, muchas veces duros en la vida pública (y también en las
redes sociales) que nunca sirven para que nadie cambie de postura y sí para
radicalizarla. Como consecuencia, la probabilidad de llegar a un consenso en el
conjunto de la sociedad en cualquier tema se va acercando a cero.
Algunas
veces pienso si no se tratará de una estrategia premeditada para que nos
enfrentemos entre nosotros en vez de enfrentarnos todos nosotros con la clase
política.
Lo
mismo sería más lógico que exigiéramos más responsabilidades a los que votamos
que a los que no.
En
campaña electoral resulta mucho más complicado enterarse del programa electoral
de cada partido que de las corruptelas, alta corrupción o errores aireados
cuidadosamente por los distintos oponentes. La conclusión a la que es fácil
llegar en esta dinámica de acusaciones es que, unos más, otros menos, todos son
corruptos en la medida de sus posibilidades (cuando no ineptos) y da igual a
quien votar. Lo que seguramente no es verdad, pero en cualquier caso da una
sensación de indefensión y desesperanza, que no sé si en el fondo no es lo que
se persigue.
¿Para
cuándo una campaña electoral en la que cada partido analice sus errores, nos
diga cómo piensa evitar que se vuelvan a producir, nos explique su programa
electoral y nos diga de dónde piensa sacar el dinero para llevarlo adelante?
¿Para
cuándo una legislatura en la que todos los partidos trabajen conjuntamente por
el bien general, discutan mucho a puerta cerrada, muestren los consensos en
público y transmitan ilusión a la sociedad?
La
respuesta, mi amigo, no está flotando en el viento, como hubiera podido cantarJoan Baez. La respuesta está en el título de la canción de Ella Baila Sola
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