Injusticias históricas
Cada vez es más frecuente oír análisis extremadamente
superficiales sobre hechos históricos sucedidos mucho tiempo atrás. En ellos se
olvida completamente el contexto.
Sacar algo de contexto implica que el hecho en sí, deja de
tener sentido. Cualquiera de las frases escritas en este post y analizadas por
separado, puede inducir a conclusiones erróneas sobre su contenido. Incluso
podría utilizarse alguna de estas frases para defender posturas diametralmente
opuestas a las que se defienden en el conjunto.
Pero somos así. Tendemos a simplificar y cada vez más,
porque cualquier energúmeno puede defender una idea nefasta que las redes
sociales multiplican por tres mil millones. No es mi caso porque ninguno de mis
posts ha pasado nunca de las doscientas visitas.
Saquemos de contexto algunos hechos y veamos que ocurre.
Hagamos un esfuerzo de historia-ficción y situémonos en 1.950. Tomemos a uno de
nuestros abuelos y preguntémosle que opinaría sobre un grupo de gente del
futuro que dice voluntaria e incluso orgullosamente lo que hace en cada
momento, donde se encuentra, a qué sitios va, con quien se relaciona, en qué
cosas cree y no cree, qué opina, que publica fotos suyas, de sus relaciones, de
sus hijos, …
Le contaríamos que esa gente del futuro incluso se ponen una
especie de brazalete para decir a una aplicación (es decir, al mundo), cuánto
nos movemos, si vamos andando o corriendo o conduciendo a los sitios, cuando
dormimos, cuando nos levantamos y hasta cuándo y cuánto foll…
Nuestro abuelo seguramente no se lo creería y al insistirle
diciendo que eso va a ocurrir, lo más probable es que nos contestara algo así
como que esa gente del futuro es simplemente idiota.
Pero hoy día, y metidos en nuestro contexto, a ver quién
es el majo que decide no tener teléfono móvil.
Hagamos el ejercicio opuesto. Pongámonos en la Alemania nazi
e intentemos imaginar que estamos viviendo allí. Nosotros somos alemanes
normales tenemos un trabajo lamentable, mal pagado y oímos las barbaridades que
se están cometiendo contra los judíos. Teniendo en cuenta el ambiente social
(claramente en contra de los judíos a los que se culpa de todos los males) y
las represalias, ¿íbamos nosotros a levantar la voz en contra de lo que se
estaba haciendo? ¿Seríamos nosotros distintos de los millones de alemanes que
vivieron ese contexto?
Nunca hacemos ese ejercicio de imaginación. Muy al
contrario, nos ponemos nuestra capa de superioridad moral y desde nuestras
casas dotadas de buena calefacción y la panza bien llena, nos ponemos a juzgar
a diestro y siniestro.
Es obvio que estamos cometiendo el error de juzgar una época
con los criterios de otra, sacándolo totalmente de su contexto.
Por eso, y por ejemplo, es fácil simplificar la conquista
española de América y juzgarlo con nuestros criterios para llegar a la
conclusión de que aquello fue una aberración aberrante.
¿Fue esa conquista justa o injusta? Pues no sé, lo que sé es
que fue inevitable. No debemos olvidar que en España en aquella época (y muchas
posteriores, desgraciadamente) la gente moría de hambre literalmente. Salir de
semejante miseria era una posibilidad que se prometía al ir a América.
Fue inevitable porque si no hubieran sido los españoles,
hubieran sido otros que apalancándose en la superioridad tecnológica de Europa
habrían conquistado unas tribus mucho más atrasadas (tecnológicamente, al
menos).
Pero para analizar esos hechos del pasado no basta con
ponernos la capa de superioridad moral a la que nos referíamos antes.
Tendríamos que estudiar con detenimiento la historia de la época y si queremos
juzgar esos hechos, lo menos que podemos hacer es compararlos con otros que se
producían simultáneamente para
acercarnos mínimamente al contexto
(nunca lo conseguiremos del todo, porque para eso habría que vivir allí).
Siguiendo con el mismo ejemplo, en aquella época se era
bastante bestia. Muchas de las tribus conquistadas utilizaban los sacrificios
rituales de humanos, la mayor parte de ellos, niños. Aún se siguen desenterrando
colecciones de esqueletos colocados en posiciones sospechosas.
Los ingleses, de donde proviene la mayor parte de la leyenda
negra española, eran tan bestias o más que los españoles. La prueba fehaciente
es que ellos acabaron con toda la población indígena de Norteamérica y los pocos
que quedaron los recluyeron en reservas. Los españoles, en cambio, se mezclaron
con indígenas y la corona española, a principios del XVI promulgó leyes
protegiendo a los pueblos conquistados (¿se hizo algo similar en las colonias
inglesas?).
Ojo, con sacar las
frases de contexto, no se
justifica la violencia en estas frases, simplemente se compara con el contexto histórico para poder hacer un
análisis más exacto de los hechos.
El contexto lo es todo. Es nuestro deber conocer el contexto
para juzgar. La única forma de conocer el contexto es a través del esfuerzo, de
la cultura, de dedicarle tiempo. Un tiempo que los móviles nos quitan.
Las ideas que aquí se exponen no tienen porqué estar en lo
cierto. Tú, lector, que has tenido el valor de llegar a este punto, tienes la
obligación de seguir leyendo otras ideas, distintas o no, otros puntos de vista
que amplíen el tuyo, para al final, construir unas ideas propias. Unas ideas
que no cambien repentinamente con un solo tweet de cien palabras.
Yo también tengo la misma obligación. Todos la tenemos.
Una vez que hayamos entendido el contexto de un hecho
histórico podemos empezar a tener opiniones al respecto, mientras tanto, y
siendo estrictos, no estamos autorizados.
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