Otro grave problema y nosotros,... a por uvas



Hacía tiempo que no iba a un restaurante de comida rápida, los típicos donde comer hamburguesas y patatas. El otro día pase por delante de uno y vi desde la calle que habían colocado unas máquinas para hacer el pedido.
No es que estos restaurantes generen trabajo de calidad, pero al menos generaban trabajo. Ahora, el cliente se hace su propio pedido en las maquinitas y así se quitan a un empleado que lo haga. Por si fuera poco, las máquinas se encargan de que la caja siempre cuadre. Las máquinas ni se ponen malas ni tienen un día malo, jamás protestan, etc, etc. Todo ventajas.

No hacen más que repetirnos que las nuevas tecnologías acabarán con muchos trabajos pero que crearán otros nuevos y ponen múltiples ejemplos que ya ocurrieron en el pasado. Es posible que los conductores de diligencias fueran sustituidos por conductores de autobuses, pero me temo que las comparaciones no serán válidas en esta nueva revolución tecnológica.
Está claro que están surgiendo nuevas profesiones: Youtuber, Influencer, Social Media Manager, expertos en big data, en inteligencia artificial,… pero ¿cuántos de esos puestos se van a crear?
A lo mejor soy un poco pesimista pero por cada uno que se cree me da la impresión que se van a destruir diez. ¿Cómo lo he calculado? Muy fácil, levantando el dedo, y observando por qué lado noto más fresco.

Pero las cuentas salen fácil: En las gasolineras ya no hay quien te atienda, en los grandes almacenes están sustituyendo las cajas con empleados por cajeros con autopago.
No andando mucho el tiempo, tendremos el coche autónomo circulando por nuestras ciudades. Nos podemos imaginar lo que eso significa para el gremio del taxi, o para los conductores de autobuses y de camiones.

La inteligencia artificial irá sustituyendo miles, cientos de miles de empleados. En la banca, en las finanzas, en las relaciones con humanos.
La industria del reparto que ahora ocupa a millones de personas en el mundo, será sustituida por drones, coches autónomos y pequeños robots que harán la entrega. Las grandes compañías están invirtiendo una considerable cantidad de dinero en deshacerse de los empleados. De hecho en los grandes centros de logística, la robotización está bastante avanzada, y los ingenieros que trabajan para estas empresas no hacen más que darle vueltas para quitar los últimos empleados que queden, mucho más sujetos a errores y por supuesto, bastante más caros que máquinas..

El cambio social que se avecina es morrocotudo, y lo malo es que está más cercano de lo que creemos. Pero no oigo un debate en las calles y los medios sobre si las empresas deberían pagar seguridad social por las máquinas que empleen. La verdad es que no hay muchas otras formas de sustentar las pensiones del futuro.
Nuestros amados políticos deberían estar discutiendo  formas de fomentar el empleo, ya sea vía reducción de impuestos o de cotizaciones sociales para aquellas empresas que creen y mantengan el empleo creado. Y por el contrario, aumentado los impuestos o cotizaciones sociales a aquellas otras que destruyan empleo a la vez que aumentan su beneficio. No sé, quizás esto último es desincentivador para la innovación… , pero en cualquier caso se necesitan ideas, un debate amplio, sereno y constructivo para hacer nuestra economía, y el estado del bienestar sostenible con los profundos cambios que se avecinan.

En no muchos años tendremos un porcentaje escandaloso de personas desempleadas y lo que es más grave, no empleables, porque no habrá puestos en los que trabajar. O creamos una especie de renta básica y educamos a la gente a vivir dignamente en un entorno con mucho más ocio, o lo llevamos mal.
En cualquier caso, las soluciones son muy complejas y debería comenzarse a trabajar en ellas inmediatamente y con un esfuerzo sostenido.

Y mientras tanto, y para variar, nuestros políticos a por uvas. ¿Podré o no formar gobierno? ¿apoyo a este o al otro?¿es esto una línea roja o es negra? ¿conseguiré tal o cual puesto? ¿me haré con tal o cual ciudad? Pongo tal o cual bandera? (Siempre hemos dado más importancia a los símbolos que a las personas)

No es de extrañar, ya teníamos graves problemas encima de la mesa y cada cual a lo suyo. El cambio climático que nos obsequia con esplendorosas olas de calor cada vez más frecuentes, nos recuerda que le estamos haciendo caso omiso.
La contaminación en las ciudades, ríos, mares, alimentos, … que provocan miles de enfermos y cánceres distribuidos aleatoriamente entre la población… (te.. ha.. tocado…).
Hasta problemas cotidianos y más concretos son obviados por los políticos. He oído que los enfermos del aceite de colza tendrán que pagar en Madrid (si no se soluciona el tema) su tratamiento porque ha habido una pequeña “desincronización” entre las distintas administraciones involucradas (tenemos tantas…).

Siempre he creído que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Supongo que por eso nunca quise ser político, para no asumirla en caso de ser elegido.
En buena lógica, la gente debería huir de esos puestos políticos (mucha responsabilidad y poca paga). Sin embargo en España parece ocurrir lo contrario y hay peleas por los cargos políticos, porque tenemos justo la idea contraria (poca responsabilidad y mucha paga).

Lo mismo estoy equivocado, pero oyéndoles hablar, nuestros cargos públicos dan la sensación de tener muchos menos escrúpulos y estén pensando más en sus prebendas y objetivos personales que en el bienestar de los ciudadanos para los que trabajan (o deberían) trabajar.
(naturalmente, sin generalizar, porque habrá quien se lo tome muy en serio)

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