¿Se puede ser más tonto?
No, no se puede ser más
tonto. ¿De qué otra forma se puede explicar el comportamiento humano?
Durante esta semana nos
han dado la paliza con los cincuenta años desde que el hombre puso el pie en la
Luna y se nos asegura que en 2024, la NASA conseguirá volver a llevar más gente
allí.
A la vez se nos dice que
hay mogollón de países que están dándole vueltas a la forma de llevar gente a
la Luna y lo que es más curioso, a Marte.
Ya se nos ha mostrado
como serán las futuras ciudades marcianas, incluso he oído que en
una cueva en Cantabria se van a reproducir las condiciones de Marte y que
por un módico precio de diez mil euros puedes pasar allí unos días como si
vivieras en Marte y con comunicaciones retrasadas 8 minutos con el exterior. La
verdad es que liberarnos de los móviles ya es en sí mismo un lujazo que debe
pagarse como tal.
Pero antes de colonizar
Marte, hay que terraformarle. Terraformar es un término que se inventó para
definir el proceso de transformar un planeta que cumple unas determinadas
condiciones, de manera que permita allí el asentamiento de grupos humanos, es
decir, cambiar la atmósfera, el clima, etc. En definitiva, dar al planeta en
cuestión un aspecto lo más parecido a la Tierra. Y en ese objetivo se han
empeñado un montón de empresas privadas y organismos públicos de los países que
quieren ser o seguir siendo importantes en el futuro.
Pero, ¿se puede ser más
tonto? ¿a que no?
En vez de terraformar
nuestra propia Tierra que se está marciaformando, terraformamos Marte que
está considerablemente más lejos.
Permitidme definir esta
nueva palabra que me he inventado. Marciaformar: dar a la Tierra el aspecto de
Marte o de cualquier otro planeta inhóspito.
Y sí, lo estamos
consiguiendo poco a poco. Nuestro planeta azul se transformará en rojo si
siguen aumentando las temperaturas, como está pasando este verano en toda
Europa. No solo nos achicharramos en España, si no en Francia, Alemania,
Inglaterra, etc.
También puede que
nuestro planeta azul se transforme en negro si no ponemos coto a los incendios
forestales. Cada verano tenemos que asistir al espectáculo lamentable de
bosques ardiendo irreparablemente en los rincones más bellos de España. Además
y por desgracia, en los últimos años también nos hemos tenido que acostumbrar a
como se queman los bosques portugueses, y algo de fresco nos traerían esos
árboles cuando el viento pasara por encima.
Por cierto, aún sigo sin
entender cómo no se agravan las penas contra los que provocan fuegos a
propósito y por qué su delito no es considerado como un crimen contra la
humanidad. Tendría sentido está tipificación puesto que las consecuencias de un
bosque que desaparece no sólo lo pagan, con un alto precio, los que viven
cerca, si no que lo paga la humanidad entera, en las generaciones actuales y
futuras.
Y siguiendo con los
colores, nuestro otrora planeta azul se irá convirtiendo en un planeta gris a
medida que los plásticos cubran toda la superficie de los océanos
Así pues, vuelvo a
repetir la pregunta, ¿se puede ser más tonto?
¿No deberían dedicarse
los millones de recursos empleados para colonizar Marte y la Luna a asegurar la
habitabilidad de este nuestro planeta?
La única explicación
razonable que se me ocurre es que ya se haya tirado la toalla para salvar la
Tierra y los ricos estén buscando acomodo para cuando este planeta sea
inhabitable.
Por otro lado, se dice
que la exploración espacial estimula el desarrollo tecnológico, y será verdad.
Pero también lo estimulará resolver los graves problemas que tenemos
planteados. Si se quieren retos, ¿no son suficientes el limpiar el aire,
disminuir el CO2 de la atmósfera, limpiar los océanos, elaborar mecanismos para
detectar y apagar grandes incendios, etc, etc, etc?. Si se buscan grandes
retos, ¿no son suficientes estos?
Esta situación me
recuerda al típico individuo que inicia un largo viaje para conocer como viven
en el otro extremo del planeta y no tiene ni p idea de quién es o como piensa,
esa persona que vive en su misma casa y con la que se acuesta todas las noches.
¿Se puede ser más tonto?
(Todo siempre desde el máximo respeto, porque, reconozcámoslo, las imágenes que nos muestran en la tele de la Luna y de Marte, bonitas -o al menos, misteriosas- son :)
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Las ideas aquí expuestas
no tienen porque estar en lo cierto. Son solo una visión de la realidad.
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