Epitafio
Hace unos años estaba de vacaciones en el norte de España. Desde el hotel, en la lejanía, se veían dos pequeñas torres que yo asocié a una iglesia. Preguntando en el propio hotel, nos comentaron que no eran de una iglesia sino de un panteón que había en el cementerio de un pueblecito cercano. Movidos por la curiosidad, una tarde nos acercamos y la verdad, aunque siempre es impresionante un panteón vistoso por lo que sabes que significa, lo que me impresionó de verdad fue un epitafio de otra tumba, ésta un poco más anónima. Decía así Como te ves, me ví. Como me ves, te verás. Aquello fue un baño de realidad en aquel paréntesis vacacional en el que se supone todo está pensado para disfrutar, descansar del estrés y olvidar los sinsabores de la vida diaria. Todos sabemos que la verdad es que en las vacaciones no siempre disfrutamos ni descansamos del estrés ni llegamos a olvidar los sinsabores de la vida diaria pero, al menos, al cambiar de actividad, engañamos al cerebro...