Rompiendo una lanza a favor de la Rey Juan Carlos
Si una persona tiene relación con alumnos de la universidad
Rey Juan Carlos y conoce de su esfuerzo, de su sufrimiento, de su sacrificio
para sacar una asignatura adelante, a veces solo con un aprobado, no puede por
menos que sentir cierta indignación al recibir memes como este que tacho, o similares.
No somos conscientes de la desmotivación que puede causar en
los alumnos, que tras aprobar asignaturas con gran esfuerzo, vean chistes sobre
como regalan los títulos en su universidad.
Tenemos costumbre de generalizar, de juzgar un todo por la
más pequeña de sus partes y eso conduce a situaciones profundamente injustas (en
este blog ya dedicamos hace tiempo un post al vicio de generalizar).
Según los medios, lo que ha ocurrido en la Rey Juan Carlos
es que un individuo (presuntamente) corrupto, tenía montado un cortijo en el
que hacía de su capa un sayo, se pagaba a sí mismo sobresueldos, usaba la
tarjeta de su cortijo para pagar gastos personales y de paso (presuntamente) regalaba
títulos de máster a políticos de ética dudosa a cambio de quien sabe qué
favores. El individuo en cuestión involucraría a algún profesor y a algún
funcionario, pero eso no es motivo para que se meta en el mismo saco al resto
de profesores y funcionarios de la universidad.
Profesores y funcionarios que son víctimas, junto con los
alumnos, de la pérdida de prestigio que está sufriendo la universidad.
Lo grave no es que los políticos, debido a su
instrumentalización de los organismos públicos, hayan obtenido (presuntamente) títulos
sin esfuerzo, lo más grave es que no haya ninguno que esté pidiendo disculpas
públicas a los alumnos, profesores y funcionarios de la universidad Rey Juan
Carlos por el desprestigio que están causando a su trabajo.
Lo grave no es que los medios, como siempre, no se preocupen
de separar la paja del grano, lo grave, es que se apunten al carro del
desprestigio generalizando y haciendo chistes fáciles olvidando que ellos también
fueron alumnos universitarios y que les hubiera fastidiado bastante si alguien
decía que los títulos en su facultad los regalaban.
Y lo más grave de todo es que los políticos utilicen estos
asuntos para hacernos olvidar los serios
problemas que aquejan a los ciudadanos y que mientras tanto, y como ya
viene siendo habitual, permanecen desatendidos.
Por eso quiero romper una lanza a favor de la Universidad
Rey Juan Carlos, a favor de sus alumnos, profesores y funcionarios. Por favor,
recordad el sabio dicho popular “A palabras necias oídos sordos” y no oigáis
las palabras necias que tanto se están prodigando en los medios. Limitaos a
cumplir con vuestro deber, a aprender y a enseñar.
El tiempo, como siempre, pondrá cada cosa en su sitio.
Tenemos la piel muy fina. Una cosa es generalizar y otra, muy distinta, es ofenderse con la parodia. El humor no debe tener ningún límite. Si fuese así no cumpliría su función de estímulo mental y agitador social
ResponderEliminarCierto. Creo que una mente abierta e inteligente debe ser capaz de distinguir entre un comentario jocoso y una campaña calumniosa; entre un buen chiste y otro que maldita la gracia que me hace; entre el buen gusto y la vulgaridad...
ResponderEliminarCon lo primero disfruto. Lo segundo me produce repulsión y si está en mi mano no repito. Aunque, como siemprea pasa cuando pisas una mierda, si echas el ojo a un WhatsApp especialmente vomitivo, sólo te queda el recurso de arrugar la nariz y limpiarte.
Pero, como soy un firme defensor de la libertad de expresión, ahí van dos reflexiones:
- La obra define al autor.
- Quien se pica, ajos come.
¿Cuáles son los limites del humor? Yo propongo que ninguno. Si pones límites ¿ Donde paras?
EliminarEstoy de acuerdo con vosotros. Pero habéis mencionado "una mente abierta e inteligente", yo añadiría "convenientemente formada". Este post lo escribí en defensa de los alumnos que precisamente están formándose.
ResponderEliminarCuando yo estudié, el prestigio de mi universidad era muy alto, y eso era un orgullo y motivación para mí a la hora de estudiar. Me pongo en el lugar de los alumnos de URJC y presiento que la situación contraria, es una desmotivación.
De ahí que si la peña hace uso (legítimamente) de su libertad de expresión haciendo chistes fáciles del árbol caído, yo haga uso de la mía para animar a los alumnos y profesores.
Nótese también que en el meme, cuando lo tacho, digo NO y añado el POR FAVOR.
ResponderEliminarAñado el POR FAVOR, porque soy consciente de que es legítimo el chiste (e incluso gracioso), y luego en el post intento explicar porqué estoy pidiendo eso.