¿Es inteligente la inteligencia artificial? (II)

 

1. Ya existen inteligencias artificiales con las que mantener un chat o una conversación sin que te enteres de que estás hablando con una máquina, mostrando emociones y una empatía que pueden competir con las humanas

Mi contraargumento: Es parecido al anterior. Los ordenadores pueden acceder muy rápidamente a bases de datos y contestar de una forma similar a los humanos, pero todo eso ha sido programado por un ser humano. La máquina solo puede responder de la forma en la que ha sido programada. Es cierto que puede aprender y es este matiz el que quizás distinga a una Inteligencia Artificial, pero aprender, en este caso, no es más que escoger una alternativa entre todas las posibles en base a un algoritmo diseñado por un programador a la vez que se desechan otras debido a experiencias previas que no obtuvieron el resultado deseado. 

Naturalmente, la máquina puede sorprender al programador porque el programador es incapaz de prever el resultado de su algoritmo en todas las situaciones. Algo así como cuando le dices a un programa que dibuje una línea de tal inclinación, luego dibuje otra variando la inclinación y la longitud de acuerdo a una fórmula matemática y repita el proceso indefinidamente y lo que vemos en pantalla es un dibujo con una belleza inesperada, pero ni el ordenador es inteligente ni el algoritmo es inteligente.

Luego, lo que llamamos Inteligencia Artificial es solo una capacidad de proceso elevadísima (es decir la capacidad de hacer miles de millones de sumas en un segundo) mezclado con el acceso rapidísimo a una inmensa cantidad de información. Eso es mucho, pero no es inteligencia, es solo inteligencia artificial, igual que la leche vegetal no es leche.

2. Si el estado del arte de la inteligencia artificial es el que permite hacer lo que vemos ahora, ¿qué será dentro de veinte o cien años? ¿podemos estar seguros de que no serán más listos que nosotros? ¿podemos estar seguros de que no se harán conscientes de sí mismos y no tendrán sentimientos?

Mi contraargumento: Ya he sostenido que todas las inteligencias artificiales siguen las directrices de su programador. Es en el programador en donde reside la auténtica inteligencia. 

Supongamos que el programador le dice al programa que se modifique a sí mismo de acuerdo a ciertos criterios. 

Es obvio que pasado el tiempo suficiente, el programa se habrá modificado tanto a sí mismo que el programador habrá perdido la pista de lo que hace. El programador se puede cuestionar si el programa tal y como está, tras años de modificarse a sí mismo, es mucho más inteligente que cuando él lo diseñó, pero de lo que está seguro es que habrá seguido sus directrices a la hora de automodificarse, porque el ordenador no tiene libertad para saltarse las instrucciones de su programa. Puede haberle dicho “modificate para hacerte más inteligente” pero de una manera que entienda, claro, es decir “modificate para conseguir más capacidad de proceso y más información” y a eso es a lo que dedicará su esfuerzo

Aún así no estamos seguros de que un aumento en la capacidad de proceso y acceso a más información signifique más inteligencia. Seguramente si pudiéramos medirla de alguna manera, veríamos como a medida que aumentan esos dos parámetros, aumenta la inteligencia hasta que la curva se tuerce y ya es incapaz de seguir aumentando por mucho que aumente la capacidad de proceso y la información accesible

Sin duda, habrá quien crea que ese programa creado por un programador humano y que se mejora a sí mismo, podrá incrementar su inteligencia hasta el infinito para, no sólo igualar, sino superar la inteligencia humana. Como si la inteligencia fuera solo una combinación de capacidad de proceso y memoria que, cuando se llega a un cierto umbral, como por arte de magia, aparece la consciencia (como autoidentificación de uno mismo), la conciencia (como identificación de normas morales) y los sentimientos.

Al fin y al cabo, también hay quien cree que la materia tiene unas propiedades adquiridas por azar de tal forma que, abandonada a sí misma, es capaz de autoorganizarse ella solita para que de la nada, se originen unos seres que pueden crear, tanto la catedral de Burgos, como una central nuclear. 

Algo así como si soltaras millones de piezas de lego y abandonadas el tiempo suficiente (ingrediente esencial de la evolución), apareciera un castillo medieval con sus torreones y puentes levadizos.

Para creer esto, sí que hay que tener fe. Una fe más fuerte que para creer el dogma cristiano de la Santísima Trinidad.

En definitiva, todos estos argumentos me reafirman en mi creencia de que la inteligencia artificial nunca superará a la humana, porque siempre seguirá las directrices del programador, sin poder saltárselas. O lo que es lo mismo siempre habrá una diferencia: la libertad. 

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