Suplantator el extraterrestre (8) - Hipermercado (y IV)
- Lo que significa que no somos
respetuosos, o como mucho, somos tan respetuosos con el medio ambiente como
todo el mundo. Necesitamos un mayor compromiso. Debemos reflexionar en la
cantidad de embalaje que tienen los productos que vendemos, hablar con nuestros
proveedores y conjuntamente reducirlos.
Ustedes han dicho que el envoltorio lo es
todo. Debemos cambiar el énfasis del envoltorio hacia el contenido. Nuestro
mundo nos lo exige.
Recuperar el retorno de los cascos de
vidrio del pasado, por ejemplo, sería una buena idea.
- Pero eso significaría que un cliente no
podría tomar una decisión de compra por impulso, tendría que llevar premeditado
que desea comprar una marca específica de cerveza y llevar los cascos
correspondientes -dijo el director de ventas
- Es obvio que es más molesto que ahora
-dijo don Eusebio- pero no podemos permitirnos el lujo de andar con todas las
comodidades si queremos asegurar la sostenibilidad del planeta. Tenemos la
responsabilidad de dejar un planeta en buenas condiciones para nuestros hijos,
nietos y todos los que están por nacer. Ya existen islas gigantescas de
plástico en los océanos, los peces que nos comemos ya tienen componentes
plásticos en su carne. Ya existen piedras con plástico dentro...
Hay que actuar ya, cada uno de acuerdo a
su poder y a su responsabilidad.
- Todas esas ideas, don Eusebio, le
honran, pero este mundo de los negocios no es así -dijo el director general.
- Bueno, ya es hora de que cambie -siguió
don Eusebio-
- No sé si sería posible -dijo el director
general.
- Intentaré ser un poco más claro: no les
estoy haciendo una sugerencia, les estoy dando una orden.
- Don Eusebio, eso significaría que
nuestros beneficios no podrían crecer un 5% como lo han hecho estos últimos
años.
- Señor director general, ¿sabe usted
cuánto dinero tengo?
- No señor, pero sé que mucho
- Tengo más. Ni aunque mil vidas viviera
despilfarrando, podría gastármelo y ya tengo casi setenta años.¿Qué le hace a usted
creer que una subida del 5% en el beneficio significa algo para mi?
Para mí significaría mucho más saber que
estoy contribuyendo a hacer la vida más fácil y agradable a mis clientes,
empleados y proveedores a la vez que ayudo a mejorar el mundo actual y futuro.
Y, por supuesto, que devolvemos a la
sociedad a través de los impuestos, parte de la riqueza que de la sociedad
extraemos.
El comité de dirección
estaba estupefacto con las órdenes de don Eusebio, el único que se atrevía a
replicar era el director general que veía peligrar su sustancioso sueldo y sus
privilegios.
- Don Eusebio, si seguimos esas
directrices, la competencia nos comerá y no sobreviviremos.
- No quiero la supervivencia a cualquier
precio. Si para sobrevivir tengo que confundir a mis clientes, explotar a mis
empleados, ahogar a mis proveedores, intoxicar el mundo y distraer impuestos,
no merece la pena. Es un precio demasiado alto.
- Si no sobrevivimos, muchas familias que
viven de nosotros se quedarán sin empleo, piense en los pequeños accionistas.
- Si los pequeños accionistas supieran de
nuestras estratagemas para aumentar el beneficio, muchos de ellos renunciarían
al dividendo. Nadie quiere dinero ganado a costa del sufrimiento de otros. La
gente normal solo quiere dinero ganado honestamente.
- No diga eso don Eusebio, cumplimos todas
las normas del buen gobierno corporativo
- Palabrería estúpida. Si hay que echar a
alguien porque lleva muchos años en la empresa y gana mucho, ¿no lo echan para
contratar a otro por menos dinero?
- Claro, son las reglas del juego, le
echamos con todas las garantías que exige la ley y pagándoles lo que les
corresponde -respondió el director general ya visiblemente nervioso.
- Pero no por ello dejan de fastidiar la
vida de una persona y una familia. No digo que tengamos que mantener a un
empleado vago, no somos una ONG, pero no me parece ético echar a un empleado
cumplidor que nos ha servido lealmente durante treinta años solo porque sale
más caro que uno recien entrado. No son sillas que se usan y se tiran cuando
están viejas. Son personas.
Cada vez que contratamos a alguien,
estamos adquiriendo una responsabilidad social, casi ética. Ser empresario no
es como jugar al monopoly, es una cosa un poco más seria.
- No los echamos solo por dinero. El nuevo
empleado es más flexible y sabe más de las nuevas tecnologías
- Pamplinas. Querrá usted decir que es más
manejable, porque lo de las nuevas tecnologías es una excusa. Todas las nuevas
tecnologías se hacen para que sean fáciles de usar, bastarían unos pocos cursos
para que los empleados más antiguos las aprendieran.
- Don Eusebio, todas las compañías
utilizan estas prácticas para reducir los costes, aunque no lo acepten
públicamente.
- Que todo el mundo haga algo, no
transforma una acción inmoral en una moral -dijo don Eusebio.
- Si la sociedad lo acepta, sí. -respondió
el director
- ¿Eso cree? Le sugiero que se transforme
usted en cordero en una sociedad de lobos y luego votemos entre todos los lobos
qué cenamos esta noche, a ver si le sigue pareciendo justo el consenso de los
lobos.
Mire Luis -siguió don Eusebio-, se lo voy
a decir de otra manera que resulte inequívoca: Le estoy pagando muchísimo
dinero para que realice una tarea en la que no aprecio valor.
¿Qué mérito tiene aumentar los beneficios
confundiendo a mis clientes, explotando a mis empleados, asfixiando a mis
proveedores, contaminando el mundo y distrayendo el pago de impuestos?
El comité de dirección
seguía atónito viendo la pelea dialéctica entre el dueño de la empresa y el
director general. Este último fue a hablar pero don Eusebio no le dejó.
- No me responda, yo se lo diré: NINGUNO.
No tiene ningún mérito -recalcó don Eusebio-. En esas condiciones es fácil y
cualquiera podría hacerlo.
Auménteme el beneficio a la vez que
facilita la vida a mis clientes, da una vida digna y feliz a mis empleados,
ayuda a los pequeños proveedores, contribuye a la sostenibilidad del planeta y
paga justamente los impuestos que nos corresponden. El día que consigan eso,
vuelvan a invitarme a su comité de dirección y yo me sentiré orgulloso de que
estén trabajando para mi, y lo que les pago me parecerá poco.
Ahora, honestamente su sueldo me parece
una barbaridad.
El de todos -recalcó.
Tras unos segundos de
silencio en el que nadie se atrevió a hablar, don Eusebio continuó.
- Gánense el sueldo que les pago y denle
vueltas a la cabeza para hacer lo que les pido.
He cambiado unas palabras con el director
de compras y me consta que está alineado con mis ideas. De hecho ya se ha
adelantado. Me ha comunicado que ha comprado diez toneladas de chicles con el
fin de ser repartidos entre nuestros clientes cuando pasen por caja.
Será el símbolo del cambio, el símbolo de
que iniciamos una nueva etapa en la que nuestros clientes, empleados y
proveedores son tan importantes, sino más, que el dinero.
El slogan será: “Nuestro objetivo,
endulzarte la vida”
Señor director de compras, enhorabuena por
su idea.
Auxiliator, dentro del
cuerpo del director de compras, siguió las órdenes de Suplantator y no abrió la
boca, pero hizo un gesto como diciendo: “Normal, estas cosas solo se me ocurren
a mi”
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