Suplantator el extraterrestre (10) - Un finde en casa (I)



Suplantator y Auxiliator habían regresado de su primera misión y estaban descansando en su piso okupado. Auxiliator veía la televisión mientras Suplantator revisaba cantidades ingentes de información de las formas de vida presentes en la Tierra, fundamentalmente de los humanos.

En la tele estaban poniendo un partido de fútbol de la Champions y Auxiliator lo miraba con cierta curiosidad.
Suplantator oyó decir a Auxiliator.
- Diecinueve, veinte, veintiuno y veintidós. Suplantator, hay veintidós humanos siguiendo una esfera de colores, pero los que llevan la ropa de un color, intentan transportar la esfera de colores hacia un lado de un rectángulo y los otros al extremo opuesto. ¿Tú sabes porqué no se ponen de acuerdo? Si se pusieran de acuerdo no tendrían que ir y volver tantas veces recorriendo el rectángulo.
- Se llama fútbol y en eso consiste el juego -dijo Suplantator
- ¿En no ponerse de acuerdo? -dijo Auxiliator- Pues no lo entiendo, además el proceso de ir y volver es seguido atentamente por 75.000 personas que han ido a verlo. Eso ha dicho la voz de la tele. Y la esfera de colores debe ser un objeto muy importante porque toda la gente la sigue con la mirada para saber dónde está y asegurarse de que no se pierde.
- 75.000 personas allí, pero a través de la televisión lo está viendo millones de personas -añadió Suplantator.
- Impresionante, -dijo Auxiliator- ¿y cual es el misterio?
- Van contando las veces que la esfera se cuela entre los tres palos que hay en los extremos del campo, y el que más veces la cuele, gana.
- ¿para qué? -preguntó Auxiliator
- No sé, les gusta
- Y ¿porqué les gusta?
- Yo creo, por lo que he podido deducir, que les recuerda cuando eran cazadores. Los cazadores hábiles, con buena puntería y grandes cualidades físicas, eran admirados porque podían traer mucha comida a la tribu, además si eran atacados, los humanos más fuertes y hábiles podían defender mejor a la tribu de sus enemigos. Me da que de aquella época guardan esa debilidad por los fuertes y hábiles.
Además la componente social del cerebro humano es muy alta y pertenecer a un grupo, aunque sea simplemente por ser aficionado a un equipo de fútbol les da seguridad.
- Ah. Pues a mi esto me aburre, no acaban nunca de llevar la esfera de colores a un lado, porque se lo quitan los otros -dijo Auxiliator, mientras pulsaba un botón del mando a distancia y la tele cambiaba de canal.
- Balón, se llama balón -dijo Suplantator-, no la llames esfera de colores
- Ah

En el nuevo canal de televisión estaban dando las noticias y se escuchó decir
- Las acciones de hipermercados Sebio se han desplomado hoy un veinte por ciento después de que el CEO y Director General, Luis García, haya anunciado un cambio de estrategia para la cadena de hipermercados

En el televisor apareció Luis, el Director General que habían conocido en su última misión y Auxiliator pegó un grito
- Suplantator, está saliendo el director general en la tele, y ¡oye! también estoy saliendo yo, bueno, quiero decir, el director de compras al que suplanté

Suplantator dejó lo que estaba haciendo y se puso a escuchar la televisión en la que estaba hablando el Director General

- Hemos decidido dar un giro radical a nuestra estrategia comercial. A partir de este instante nuestro compromiso social es tan importante, sino más que la rentabilidad. Nos centraremos en el cliente, en nuestros empleados, proveedores y en el respeto y cuidado del medio ambiente. Nuestra misión será obtener rentabilidad haciendo que todos ellos obtengan el máximo beneficio.
Si hay que priorizar entre rentabilidad económica o social, la rentabilidad social estará por delante.
Sabemos que el valor de la acción sufrirá al principio pero confiamos que tanto nuestros accionistas como nuestros clientes valoren esta nueva actitud y apuesten claramente por nosotros. Estamos convencidos de que a la larga, todos saldremos ganando.
Ahora, el director de compras, artífice de la nueva estrategia, que se basará en el eslogan, “nuestro objetivo, endulzarte la vida”, les dará más detalles...

La televisión continuó con otras noticias y Auxiliator la apagó y comenzó a hablar entusiasmado
- ¿Has visto? Soy artífice de la nueva estrategia.
- Lo has hecho bien, Auxiliator, has dejado los recuerdos adecuados en el director de compras.

En ese momento entró una llamada de Jefazator, directamente en los cerebros de Suplantator y Auxiliator.
Suplantator comenzó a hablar
- A sus órdenes Jefazator.
- Bien, cuentenme como van las cosas. Ya les dije que haríamos un seguimiento estricto de sus actividades.
- Hemos terminado nuestra primera misión en la que hemos intentado cambiar la mentalidad con la que los humanos tratan de comerciar con los productos que consumen.
Creemos que es necesario un cambio drástico en todas las facetas humanas y que había que empezar por algún lado y este nos ha parecido tan bueno como cualquier otro.
- Y ¿qué tal ha ido?
- Perfectamente, ahora una de las grandes cadenas de hipermercados va a ser más respetuoso con sus clientes y con la sociedad en general. Esperamos que todos valoren su nueva estrategia. Si no lo hacen, la competencia les machacará.
- Es posible que sea así -dijo Jefazator- esa especie no suele valorar mucho las buenas intenciones.
- Lo sé -dijo Suplantator- pero deben darse cuenta que se enfrentan a retos importantes y que o sobreviven todos o no sobrevivirá ninguno. El egoísmo no les llevará a ningún sitio. Solo la solidaridad podría salvarles.
- Ese tipo de ideas, -respondió Jefazator-  se las hemos intentado inculcar a través de algunas religiones y solo hemos conseguido que usen las religiones para manipular a unos y para matar a otros. Esta forma de vida, lo tergiversa todo
Pero en fin, su estrategia no me parece mala. Sigan con pequeñas intervenciones y me van contando. Y me alegro de que esta primera misión haya sido un éxito.
- Y yo he tenido un papel crucial -dijo Auxiliator
- ¿De verdad? -dijo Jefazator- Me alegro mucho
- Es cierto -corroboró Suplantator.
- Mi padre, Presidentator, no podrá volver a decir que soy el tonto de la familia.
- Eso no puede ser cierto -dijo Jefazator- No olvide nunca que es usted un graduado de la Academia de los Intervencionators. Posee uno de los títulos más prestigiosos de toda la galaxia.
- Es lo que le digo a mi padre -dijo Auxiliator- y siempre me responde que tuvo que hacer algunas llamadas para arreglar lo del título.
- He oído en las noticias -dijo Suplantator- que eso de hacer llamadas para arreglar lo de los títulos también es una práctica habitual en la Tierra.
- Bueno, Auxiliator -dijo Jefazator- no haga caso de esos comentarios. Usted tiene un gran valor, ¿no es verdad, Suplantator?
- Un valor incalculable, señor -dijo Suplantator


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