La economía inversa
Estoy convencido de que los bancos centrales están dando los primeros pasos hacia lo que yo llamaría economía inversa.
Efectivamente, han
empezado con los tipos de interés negativos, lo que significa que si ahorras te
cobrarán por ello, pero que si te endeudas te darán dinero.
Me imagino que es una
estrategia para cambiarlo todo de tal forma que todo siga igual. Me explico. Si
hemos comenzado con este contrasentido de penalizar el ahorro y premiar el
gasto, habrá que seguir con iniciativas en este mismo sentido.
Imagino que el siguiente
paso será que haya que pagar dinero por trabajar. Parecerá una tontería pero la
tendencia está ya clara y los sueldos cada vez más bajos, se están
generalizando, incluso hay becarios que trabajan gratis y algunos pagan por
adquirir experiencia.
Podría ser esta una
estrategia para que nos vayamos acostumbrando. Ganar cada vez menos hasta que
llegue un momento que haya que realizar un ingreso mensual a nuestra empresa
para que nos permitan seguir trabajando.
Por el mismo motivo, y
siguiendo con los postulados de la economía inversa llegará un momento que nos
paguen unos eurillos por tomarnos una cervecita en una terraza o un dineral por
hospedarnos en un hotel de cinco estrellas. Qué bien diréis, pues no tanto
porque si bebes muchas cervezas y vas a muchos hoteles, te encuentras con un
capitalito en tu cuenta corriente y entonces ¿qué hacer con tanto dinero?
No pasa nada, pensaréis,
lo saco de la cuenta y con los billetes hago una barbacoa. No. Todo está
pensado y en la economía inversa no hay dinero en efectivo, sólo transacciones
electrónicas. Así que si ingresas demasiado puedes tener serios problemas.
¿Quien no los tendrá?
Los de siempre, los ricos que tendrán que abonar a sus empresas grandes
cantidades de dinero y que por tanto podrán permitirse recibir ingresos de
hoteles de lujo, spas, de un concesionario de BMW por el coche que ha
adquirido, etc.
Los ricos nunca acumularían
demasiado dinero porque se lo pueden pagar a las empresas para las que
trabajan, en cambio, el pobre no haría más que acumular dinero porque nadie se
lo acepta. La empresa para la que trabaja, apenas aceptaría 600 euros al mes.
Los números en su cuenta corriente no harían más que crecer y llegaría un
momento que el banco le quitaría la casa devolviéndole el préstamo íntegro que
pidió y aumentando así la cifra de su ya muy abultada cuenta corriente.
Cuando el pobre fuera a
tomarse una cerveza, el camarero, al abonarle el importe de la misma en su
cuenta corriente, le diría, “lo siento señor, pero su banco me ha rechazado el
ingreso. Al parecer tiene usted demasiado dinero en su cuenta corriente, tendrá
que acompañarnos a fregar platos”
¿Veis como es cambiarlo
todo para que todo siga igual?
A lo mejor la economía
inversa os parece un despropósito. A mí también pero esto tiene mala pinta y
los primeros pasos ya se están dando. Tipos de interés negativos y sueldos
bajos que en algunos casos se transforman también en negativos con la excusa de
que estás ganando experiencia.
Así que, vamos de cabeza
a la economía inversa.
Fuera bromas, no creo
que los tipos de interés negativos tengan algún sentido. Cierto es que
benefician a los que tienen una hipoteca, pero penalizan el ahorro, que está
asociado a austeridad y a la vez, fomentan el consumo. Justo lo contrario que
la lucha contra el cambio climático nos aconseja.
Sí, es cierto, los tipos
de interés negativos favorecen a los que tienen una hipoteca, ¿pero beneficia
por igual a todos? No. Beneficia más al que pide un préstamo de 600.000 Euros
para comprarse un chalé y más aún al que le conceden un préstamo de tres
millones para comprarse un casoplón, con la sutil diferencia de que es poco
probable que a nosotros nos concedan un préstamo de tres millones.
En cambio, ¿perjudica
por igual a todos los ahorradores? No. Perjudica más a los que a cambio de
trabajar toda su vida, han conseguido acumular unos ahorrillos y que son los
que suelen usar los depósitos como forma de obtener una rentabilidad para su
dinero. Los que han tenido dinero toda la vida, los ricos de siempre, tienen a
su alcance multitud de mecanismos rentables de inversión entre los que se
encuentran, por ejemplo, comprarse un casoplón de tres millones de euros.
Por otra parte, esta
política de tipos bajos se ha mantenido durante tanto tiempo que si ahora se
suben, muchos deudores tendrían serios problemas para hacer frente a sus
deudas, no solo los particulares, sino las empresas e incluso, los
países.
Entiendo que, la razón
originaria fue conseguir reactivar la economía vía consumo, que no hubiera
dinero ocioso y todo él estuviera circulando.
Parece razonable, pero
si nos fijamos en aquellos momentos de la historia en los que la economía ha
repuntado significativamente, coinciden con avances tecnológicos que han
incrementado la productividad.
El desarrollo económico
que la revolución industrial y agrícola permitieron, no tiene precedentes en la
historia de la humanidad. Esa es la razón principal por las que los pronósticos
de Malthus no se cumplieron a la velocidad esperada (aunque las amenazas no se
hayan disipado completamente).
Con posterioridad ha
habido otros puntos clave en el desarrollo de la economía que también coinciden
con avances tecnológicos importantes, por ejemplo, la incorporación del
ordenador o los teléfonos móviles a las empresas y la mejora de las
telecomunicaciones.
Estos avances
propiciaron una disminución de costes para las empresas y un aumento de la
productividad. Pero desde entonces, no habido aumentos significativos de la
productividad. De hecho las nuevas funcionalidades de los móviles, por ejemplo,
más que aumentar la productividad, parecen disminuirla.
La economía real avanza,
creo yo, cuando se genera riqueza adicional. Si nos fijamos, las empresas de
éxito actuales, generan algo de riqueza, pero sobre todo, la redistribuyen, es
decir sacan riqueza de algunos sectores de la población (generalmente clases
medias y bajas) y de determinados países (generalmente más pobres) y los llevan
a otros sectores (generalmente clases altas) y otros países (generalmente más
ricos).
Es para estos países ricos y las clases sociales altas para los que la economía va bien. Y, a mi entender, es esta la razón por la que las desigualdades sociales no han parado de crecer desde la crisis de las subprime en 2.008
Si los bancos centrales
quieren estimular la economía, la receta de atizar la inversión y, sobre todo
el consumo, vía tipos bajos, no creo que sea la solución.
La solución, a mi
juicio, está más relacionada con estimular la creatividad, la investigación y
la innovación, disminuir la burocracia y los obstáculos para las empresas y
emprendedores, todo ello con la finalidad de aumentar la productividad y una
disminución real de costes (hay una disminución ficticia y sencilla de los
costes que es bajar el sueldo a los empleados, pero esa no nos vale por muchas
razones, entre ellas porque estanca aún más la economía)
Esta es la sugerencia de
alguien que no tiene ni idea de economía para los expertos de los bancos
centrales y otros organismos oficiales relacionados con la economía, aunque a
juzgar por las cagadas del pasado, ellos tampoco es que lo tengan muy claro.
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