Todo cutre



No hace mucho, el lavaplatos no terminaba de aclarar. Pasados más un cuarto de hora con el indicador de tiempo restante marcando un minuto, tuve la certeza de que algo andaba mal. Lo paré, reinicié el programa y volvió a suceder lo mismo. Sin duda se había estropeado. Tras vaciarlo, y desmontar el filtro, observé que las partes plásticas del mismo estaban prácticamente deshechas. Quité los trozos y volví a cerrar la tapa. Supuse que el fallo que había detectado no estaba relacionado con este otro, y aunque ahora realmente no tenía filtro, no creí que eso le afectara para su funcionamiento. Volví a probarlo y exactamente se produjo el mismo fallo, no terminaba nunca de aclarar.
El aparato tenía 16 años. Había dos alternativas, intentar reparar un electrodoméstico viejo e invertir en él una considerable cantidad de dinero (y al final, siempre tendría un aparato viejo, con el blanco de la pintura un poco amarillento) o comprarme uno nuevo por muy poco más.
Me temo que en estos tiempos, y a pesar de lo que nos dicen, la mejor opción es el aparato nuevo. Las reparaciones, cuando son posibles, son prohibitivamente caras y en muchas ocasiones, cercanas al precio del aparato nuevo. 
Y así lo hice, compre un aparato de primera marca y, dentro de su gama, en la zona media, ni de los más baratos ni de los más caros.  Algo parecido a lo que hice cuando compre el primero hace 16 años. 

Me llamó la atención que aún cuando habían pasado 16 años, el precio fue aproximadamente el mismo (inflación cero en 16 años, ¿Cuándo se ha visto eso?).
Al abrirlo y manejarlo daba una sensación más cutre que el antiguo, que por alguna razón que no sé identificar, parecía más robusto y fiable.
Es decir, aparatos similares en gama y marca, han descendido la calidad en el tiempo. De hecho, el vendedor me dijo que los aparatos actuales no aspiran a durar más de diez años y que muchos han sustituido la cuba de acero inoxidable por una de plástico. 
En definitiva, han ido disminuyendo la calidad de sus componentes para mantener el precio.  Todo es cada vez más cutre.

Un móvil que compré a mis padres no hace un año comenzó a dar error de carga. Inicié el proceso de reparación con la marca (garantía legal de dos años) y tras mucho discutir y asegurarme de que no me cobrarían nada, pude deducir que seguramente el fallo estaba en la batería y que eso no entraba en la garantía. Como era un móvil simple para personas mayores de precio bajo, el transporte (no hay tiendas donde llevarlo a reparar) y posiblemente el coste de la batería superaría el precio del móvil nuevo.  
Busqué una batería para ese modelo en Internet pero no lo encontré. Aunque es posible que el aparato esté impecable, me temo que tenga que tirarlo a la basura.

Cuando estaba cambiando la SIM del móvil estropeado a otro de repuesto, realicé una prueba llamando desde el mío para ver que todo estaba bien y que el timbre tendría el tono adecuado para oírlo. No fue así: no sonaba. Miré a ver qué pasaba y es que mi móvil se había quedado sin cobertura.
Todo es cutre, se hace para que dure poco y para dar el servicio mínimo para que no les denunciemos. Los operadores móviles no gastan un céntimo en mejorar la calidad de sus redes, hay zonas dentro de las ciudades con una cobertura mala y así continúan por los siglos de los siglos. No importa si eliges una de las mayores operadoras o una de las menores. El resultado es similar.
Mientras, en una huida hacia delante, van incorporando nuevas tecnologías, 3G, 4G, 5G, pero la cobertura de ninguna de ellas es uniforme y de calidad.

Si tienes que llamar a un centro de atención al cliente, muchas veces están situados en países lejanos para que los sueldos que pagan sean mínimos y, ahorrando más costes, el canuto que los une es de tan baja capacidad que es un sufrimiento hablar con ellos.  Todo cutre.

Recuerdo cuando en los años 90 se hablaba de telefonía de alta calidad y que los requisitos de disponibilidad de la telefonía fija eran casi del 100%. Eso hoy día ya es una quimera, ni la calidad de las comunicaciones ni la disponibilidad es factor que los usuarios tengamos en cuenta al elegir una compañía.  Tampoco es del todo culpa nuestra. Todas las operadoras han evolucionado a un servicio de baja calidad en un círculo vicioso en el que el usuario no valora la calidad (solo el precio) y las operadoras no  dedican esfuerzos a la calidad.

Lo mismo que en las telecomunicaciones ha ocurrido en el resto de los sectores: Todos los fabricantes han disminuido la calidad para bajar el precio o mantenerle, además los aparatos se diseñan para que no sean reparables y compres otro. Todo es cutre
Incluso los productos caros son cutres. Por ejemplo, en ropa y calzado, no es necesario que los materiales sean de altísima calidad, pues el cliente no quiere ponérselos más de un año. ¿Para qué van a hacer que duren diez?
Conozco unas zapatillas que son extremadamente caras (estamos hablando de alrededor de 400 eur), Dudo que por ello utilicen materiales de alta calidad y que paguen muy bien a sus empleados. Seguramente fabricarán donde todos, y pagando lo que todos. Simplemente sus diseños son fácilmente identificables para que el que las compra pueda fardar por ello: “Tengo la pasta suficiente para comprarme estas zapatillas”

Antes podías elegir productos de distintos precios y generalmente había una correlación entre precio y calidad. Ahora no, precio bajo es calidad baja, pero precio alto es prestigio, no necesariamente alta calidad.

Más ejemplos: bombillas LED que aunque dicen que van a durar diez o veinte años, se han fundido a los dos y así podríamos seguir hasta el infinito, pero la conclusión es siempre la misma: Estamos en una cultura de usar y tirar. Las cosas por ello han de ser de baja calidad para que cuesten poco y las puedas renovar a menudo.  Es una forma de vida despreocupada. Consume y sé feliz.
El problema lo conocemos todos: Esta forma de vida tiene consecuencias, las estamos viendo y nadie parece querer pararlas.

Tanto que se habla de sostenibilidad, ¿habéis oído alguna declaración de empresas de electrodomésticos que digan que optan por los aparatos de alta calidad y que los harán fácilmente reparables para que duren muchos años?¿Alguna empresa de electrónica, de automóviles, de…?
No. Aunque todas dicen ser muy sostenibles, muy verdes, con mucha conciencia social, ninguna se atreve a cambiar cantidad por calidad porque eso significa cambiar el modelo de consumo y puede ser que tengan que morir en el empeño.

¿Alguna empresa se atreverá a ponerle el cascabel al gato? Nosotros deberíamos poder ayudarles, aunque no sé bien cómo. 
Me temo que estemos metidos en un círculo vicioso del que puede resultar muy difícil salir.
----
Monografías de Siguiente Nivel

----
Estos son los objetivos y estos otros los sueños de Siguiente Nivel. Si se parecen a alguno de los tuyos, ayuda a su difusión, compartiendo, comentando o marcando “me gusta” en las publicaciones o en la página.
----
Las ideas aquí expuestas no tienen porque estar en lo cierto. Son solo una visión de la realidad.
Es poco probable que alguien se encuentre en posesión de la verdad, por eso Siguiente Nivel es una invitación a que cada uno desarrolle su propia verdad a través del estudio y la reflexión.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuento de Navidad 2.024

Furgonetas llenas, tiendas vacías

Al final tendremos que irnos a vivir a una cueva