La vida es una mierda
Supongo que muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo sobre lo que pongo en el título de este post. El que tiene la suerte de tener un trabajo, madruga cada día, se enfrenta al transporte público (o el atasco mañanero), aguanta la memeces de su jefe, pasa un día de perros y cuando llega a casa harto de todo, hale, a lidiar con los problemas domésticos, un grifo que se rompe, la cisterna que se sale, los niños que no paran de pelearse, y por si fuera poco, al día siguiente, hay que llevarles disfrazados de paraguayos jamaicanos para la fiesta del boniato entristecido . Y así día tras día, año tras año... Todo esto si tienes trabajo. Si no, añádele a lo anterior las penurias económicas contando cada céntimo de euro para hacer frente a los miles de gastos que conlleva la vida moderna y la angustia permanente sobre el futuro. Y si todo se redujera a eso, no iríamos mal del todo, pero la vida, lamentable e inevitablemente, nos obsequia de vez en cuando con alguna desgracia, algún ...