La dura vida del joven
Seguramente habréis oído la noticia del parricida de Elche , que con quince años se cargó a su madre, después a su hermano de diez y esperó pacientemente unas horas a que llegara su padre para descerrajarle más tiros con una escopeta. Luego escondió los cadáveres en el cobertizo y se puso a jugar durante varios días. Parece que el detonante fueron las malas notas y un posible castigo sin wifi. Para el asesino debió ser un trauma pues parece que estaba enganchado al Fortnite, que no es precisamente un videojuego que evoque paz y amor. No voy a hacer un análisis de las causas de este suceso porque ni tengo información ni formación para ello. Los psicólogos que lo estudien podrán dictaminar con más conocimiento de causa. Sin embargo, sí me permitiré reflexionar un momento sobre la vida que estamos construyendo para nuestros jóvenes, y que de alguna manera es el caldo de cultivo en el que se ha cocido este chico. Para empezar, desde hace ya bastantes años hemos transformado la...