Grandes Inventos inútiles con éxito. Hoy el soplador de hojas



¿No os ha despertado alguna vez un ruido infernal que aumenta y disminuye de intensidad y frecuencia para incrementar su eficacia despertadora?
Pues a mi si. Se trata del famoso soplador de hojas.
Resulta que todos los jardineros y barrenderos tecnológicos han sido dotados de este aparato proveniente directamente del infierno.

Desde luego hay que reconocer un valor incalculable al vendedor de humo (nunca mejor dicho) que consiguió introducir este aparato en el mercado. Porque si diseccionamos quien gana y quien pierde en el uso del aparatejo, parece que el balance no resulta muy positivo. Veamos

El primer beneficiado parece ser el empleado, porque sustituye el cepillo o el rastrillo por el soplador, y consecuentemente, la actividad de barrido por la de apretar un gatillo. Parece sin duda una actividad más cómoda. Me imagino que estar todo el día barriendo y recogiendo hojas debe ser bastante pesado, desde luego bastante más que soplando (en el buen sentido). Sin embargo, ¿es realmente así?
No lo sé. Confío en que lleven una mascarilla para riesgos biológicos extremos porque levantan tanta mierda del suelo que al mezclarse con los gases que emanan del soplador pueden producir un engrudo que al depositarse en las pulmones deberá ser extraído con rasqueta.
También confío en que lleven unos buenos cascos de protección acústica, pues en caso contrario, ya pueden ir reservando presupuesto para comprarse un sonotone en un tiempo.
Por si fuera poco tienen que llevar encima una mochila que no debe pesar poco pues al peso del motor hay que añadir el del depósito de gasolina, más bien lleno con el consiguiente daño en la espalda.
Por tanto, habría que ver si en el medio/largo plazo, y en términos de salud, la actividad de soplar (siempre en el buen sentido) es mejor que la de barrer, porque a mi me entran las dudas.

¿Las empresas de limpieza salen ganando? Pues no sé. Tienen que abordar la inversión de cientos de sopladores, el mantenimiento de los mismos y el combustible necesario para hacerlos funcionar. Pero oye, debe salirles a cuenta.

¿Hay alguien que gane claramente? Sí. Los vendedores de sopladores, los vendedores de piezas de sopladores y los vendedores de combustible.

¿Y para el resto del mundo? Pues el resto del mundo, entre los que me incluyo, y permítaseme erigirme como modesto representante en este post, no acabamos de verle las ventajas. Mover las hojas y la mierda de sitio, levantar un polvo inmenso y llenar la ciudad de ruido y de humo procedente del motor no nos parece de una gran utilidad.
Sobre todo si acabas de lavar el coche y has tenido la mala fortuna de aparcarle cerca de alguna actividad sopladora. En ese caso puedes tener la seguridad de que tendrás que desenterrarle o cuando menos activar el limpiaparabrisas para conseguir ver algo. Y no digamos si tienes que pasar cerca y te toca respirar por allí.

Hay veces que el soplador viene acompañado de un vehículo que parece recoger las hojas, aunque no estoy muy seguro de que lo consiga. Eso sí, como estorbo y generador de ruido y de humo, tampoco tiene precio.    

Ah, el otro día vi a un señor con un soplador eléctrico. Me pareció interesante, hace menos ruido y no echa humo, pero las demás propiedades las conserva íntegramente. Compadezco al señor que lo llevaba pues seguramente debe incluir en la mochila aparte del motor eléctrico una batería de coche o similar.

Sin duda me estoy perdiendo algo porque lo mire por donde lo mire, veo más inconvenientes que ventajas y sin embargo estos artefactos se han multiplicado por doquier en plan vírico.
Es posible que simplemente se trate de un excedente de motores que no sabían dónde colocar y a alguien se le ocurrió conectarlos a un ventilador con un tubo para soplar.  

Me quito el sombrero una vez más ante el vendedor de humo que lo ha introducido en la sociedad y sugiero que los gobiernos de las naciones hagan una campaña para convencer a la ciudadanía de la bondad de este invento, porque no, no lo vemos.

Si alguien quiere evitar ese trabajo a los gobiernos y hablarnos de las ventajas invisibles del artefacto, por favor, que lo haga ahora o calle para siempre.

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Comentarios

  1. Cómo diría un famoso e insufrible presentador de tertulias futbolísticas...:"¡Hay polémica!

    Pero, ¡qué gran invento éste, el soplador! Únicamente soplador porque, no sólo sopla hojas. Sopla absolutamente todo lo soplable. Y, además, contribuye eficazmente a mejorar la calidad de vida y el bienestar social. Veámoslo:

    1) Nos hace menos perezosos. Cuando entra el otoño, y los días se acortan, aquellos que descansamos entre semana despertamos gracias a su ruidosa labor. No hay manera de permanecer ociosamente en la cama más allá de las nueve. Demos también las gracias al afilador, al tapicero, y al chatarrero (aunque éste último está en peligro de extinción por culpa de los malditos servicios municipales de recogida de enseres).

    2) Ha elevado la consideración social de muchos trabajadores. Ya no es un barrendero, es un TERAF (Técnico Espacialista en Retirada de Apéndices Fotosintéticos). Los niños no quieren ser ya astronautas, médicos ni ingenieros... ;ahora, empiezan a pedir trajes de TERAF's a los Reyes Magos. Mono reflectante, gorro de lana, gafas protectoras, mascarilla, guantes y botas de trabajo, riñonera y SOPLADOR.

    3) Ayudan, con su ejemplo, a la lucha contra el cambio climático. Hoy, en Madrid, están limitados a soplar a un máximo de 70 Hojas/hora dentro de la M40. Y tienen prohibido sentarse en los bancos de los jardines de la zona SER (excepto sopladores eléctricos e híbridos de autonomía extendida).

    4) Alivian la presión sobre el gasto y el deficid público. Donde antes barrían 5 barrenderos todos los días, ahora sopla un TERAF una vez por semana (soplar cuatro hojas al día es un desperdicio de los recursos de la administración).

    5) Mejora la estética de nuestros jardines y calles. ¡Qué bonito queda el paisaje urbano, alfombrado con la hojarasca otoñal, a la espera del paso semanal del TERAF!

    Conclusión: Criticar la implantación del SAF (Soplador de Apéndices Fotosintéticos) en nuestra sociedad es ponerse en contra del progreso sostenible y menoscabar la dignidad de nuestros barrenderos. ¡Uy..., perdón!: TERAC's (Técnicos en Eliminación de Residuos Abandonados en las Calles).

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  2. Brillante exposición, mi fiel lector Juan Carlos. Me han gustado todos los argumentos especialmente el 3) ese que habla de que los días de alta polución solo estarán permitidos sopladores eléctricos en el interior de la M-40 y a los otros un máximo de 70 hojas/hora

    A partir de ahora seré un acérrimo defensor de los sopladores de hojas

    He pensado que cuando este blog tenga ingresos millonarios, podría subcontratarte, naturalmente con un sueldo paupérrimo como corresponde a un subcontrato firmado con un rico opresor como el que espero llegar a ser.

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    Respuestas
    1. Sin subcontrato.... Ya me vendría bien una propinilla opaca al Fisco para cuando pase a la Reserva...
      😂

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    2. Siendo un rico opresor podría hacer cosas inmorales, pero nunca ilegales. Para eso tendría mis asesores

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