Esa deliciosa galletita
La sociedad de consumo nos ha enseñado (y todos lo hemos aprendido) que hay que disfrutar al máximo, y para ello, naturalmente, hay que consumir todo lo que nos dicen: unas galletitas deliciosas, un coche espectacular, una cerveza que nos cambiará la vida...
Es posible que el mensaje "disfrutar al máximo" sea correcto, lo que no es correcto, con seguridad, es como conseguirlo.
Y es que cada cosa tiene un precio y no me refiero solo al dinero que cuesta (que también). Si eligimos comer una galleta de esas tan ricas que nos venden en la tele, con un chocolate cremoso que se ve como lo extienden, hemos elegido disfrutar durante catorce segundos (el tiempo que la saboreamos), pero antes hemos tenido que penar buscándola en el súper, penar pagándola en caja, penar transportándola, penar almacenándola, y después de comerla, penar digiriéndola. Parte de su contenido irá directamente a nuestra sangre (el azúcar) provocando un pico de glucemia (que si se produce a menudo nos hará diabéticos), y el resto será digerido y seguramente se transformará en grasa que será depositada en distintas partes de nuestro cuerpo.
Como dicen: "un segundo en tu boca, toda la vida en tus caderas". Y el acúmulo de grasa nos impedirá hacer un montón de cosas y disfrutar de ellas. No quiero meterme en otros costes como los medioambientales (fabricación, transporte y almacenaje de la galleta, envoltorios, etc) que también existen y que como todos vemos, están cambiando para mal nuestro planeta.
Ese es el precio real de la galletita y que la publicidad se ocupa muy mucho de ocultarnos.
Así que el "disfrutar al máximo" que nos vende la sociedad de consumo, sea posiblemente NO comer la galletita. Lo obvio (el placer evidente de comer la galletita) no siempre maximiza nuestro disfrute de la vida.
Y transformando toda esta reflexión en una frase: "No comer esa deliciosa galletita cuesta el precio del esfuerzo. Comerla también tiene su precio. Elige el precio que vas a pagar"
Por supuesto, lo de la galletita es solo un ejemplo. ¿Y ese chuletón? ¿y esa cervecita? ¿y ese vinito?... Todo con moderación o estaremos eligiendo la opción incorrecta.
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Las ideas aquí expuestas no tienen porque estar en lo cierto.
Son solo una visión de la realidad. Es poco probable que alguien se encuentre
en posesión de la verdad, por eso Siguiente Nivel es una invitación a que
cada uno desarrolle su propia verdad a través del estudio y la reflexión
Hay un montón de esas "galletitas" que se nos ofrecen, sobre las que "tenemos" aparentemente poder de decisión, pero hay otras muchas que se nos imponen, si o si, y que nos tienen tan atados y limitados que al final necesitamos de estás "galletitas" para autosatisfacernos y creernos en libertad.
ResponderEliminarMi querido M, gracias por tu comentario. Cuánta razón tienes... Tenemos que estar muy atentos.
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