Burocracia: Palos en las ruedas (y III)
Otro ejemplo de ley útil es la MIFID en todas sus versiones, o ley de protección del inversor. Esta ley ha multiplicado el papeleo en los bancos y la cantidad de documentos a firmar (incluido el de la ley de protección de datos).
Ahora que el BCE se ve obligado a subir los tipos de interés por la alta inflación y que dentro de poco los bancos recuperarán los depósitos, como se nos ocurra contratar uno en una oficina, comprobaremos la cantidad de documentos que hay que firmar. Lo malo es que entre todos esos papeles nos será muy difícil encontrar lo que realmente nos interesa: el tipo de interés al que hemos contratado el depósito y la fecha de vencimiento. Si se hace por Internet, los papeles desaparecen pero no así la cantidad de documentos que tienes que descargar.
En realidad, toda esa enorme cantidad de documentación no protege al inversor, porque nadie puede leer todos los papeles que firma. A quien protegen es al banco porque entre todos esos papeles se describen todas las posibles contingencias de tal forma que nunca puedas reclamar, suceda lo que suceda. Es posible incluso que te engañen y cuando vayas a reclamar te digan:
Perdone, pero en el párrafo 36a del anexo 123 bis que usted firmó dice literalmente: "El abajo firmante renuncia a cualquier reclamación y exime al banco de toda responsabilidad ante cualquier contingencia, incluso si es engañado por el banco.”
Tardas un rato en encontrar el párrafo y el documento, y eso que lo tienes todo cuidadosamente guardado en el ordenador. Lo lees y dices: "anda, pues es verdad"
Por eso yo preferiría llamar a esta ley, ley de defensa de las entidades financieras o en su defecto ley de destrucción masiva de los bosques.
Más ejemplos: la llamada Ley de Prevención del blanqueo de capitales (de la que ya hemos hablado en algún post y que entre otras cosas limita el pago en efectivo a 1.000 Eur). Entre las consecuencias de esa ley encontramos la que obliga a las entidades financieras (y por tanto a sus clientes) a averiguar la procedencia del dinero que ingresan en el banco (incluso si tienes domiciliada la nómina). Así que periódicamente, los bancos te amenazan con bloquear tus cuentas si no rellenas una encuesta sobre la procedencia de tus dineros. Me imagino a un delincuente rellenado la encuesta y escribiendo en la casilla de procedencia de sus ahorros: Narcotráfico, extorsión y comisiones ilegales
Hay otros muchos ejemplos, pero os ahorraré lectura.
Es cierto que un nivel de burocracia es necesario para tener un cierto control, pero los procedimientos burocráticos deben ser sencillos, cómodos, útiles y revisarse periódicamente para evaluar su eficacia y utilidad. En el colmo de los colmos, si además estuvieran coordinados entre las distintas administraciones, sería la leche.
Como conclusión podemos decir que, ya que tenemos al sol que nos regala energía (de forma generosa, puesto que él se muere), podríamos usarla para intentar revertir la segunda ley de la termodinámica: en nuestro cuerpo, inyectando esfuerzo físico y mental para mantenerlo lozano el mayor tiempo posible y en las administraciones públicas, revisando una por una todas las normas y leyes, evaluando su eficacia y modificandolas si son contraproducentes en un proceso de mejora continua al estilo de los círculos de calidad que usaban los japoneses en los años 70-80.
De no hacerse así, el aparato burocrático iría creciendo indefinidamente hasta que todo él sea una gran masa sin objeto alguno más que el de perpetuar sus propias estructuras. Llegaría el momento que sería necesario pedir un formulario para solicitar un formulario que permitiera solicitar otro… (n pasos repetidos) … para pedir un permiso de obras.
Afortunadamente (o desafortunadamente, según se mire), la propia decadencia de la sociedad acabará con ella antes de que esto ocurra, llevándose por delante toda su organización, incluida la hipertrófica burocracia.
Solo nos queda exigir a los partidos políticos que incluyan en sus programas electorales compromisos de simplificación y mejora de las normas burocráticas a ver si conseguimos que el proceso se revierta o al menos se ralentice.
Ojala tengamos suerte y un poquito de cordura llegue a nuestros dirigentes.
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