El trabajo, ¿un bien a extinguir?

Recientemente, aprovechando las vacaciones, he viajado un poco por España y unas pequeñas anécdotas sin importancia me han hecho reflexionar sobre hacia dónde nos dirigimos como sociedad. La primera de ellas en un párking. Lo reservé y pagué desde Madrid y en principio todo fue perfecto. Llegué al párking en la ciudad de destino dirigido sin pérdida y hasta la misma entrada por google Maps y la barrera se abrió en cuanto acerqué el coche al poste del ticket. Me maravillé de hasta dónde nos está llevando la tecnología. El poder de los ordenadores bien usados es inmenso. Al salir del párking todo fue igual de fácil. Me bastó acercarme a la barrera de salida, leyó mi matrícula y sin tener que parar, la barrera se abrió. El problema fue cuando intenté volver a entrar (había adquirido un bono de varios días), porque ya no tuve tanta suerte y no reconoció mi matrícula. La única forma que se me ocurrió de entrar fue la de pulsar el botón de ticket y entrar como si no tuviera bono,...