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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Odio la Navidad

Cada vez oigo más esa frase. Entiendo que se refieren a lo que la Navidad representa, reuniones familiares, compras, prisas, ajetreos, atascos para comprar regalos, atiborrarse de comida, bebida, dulces, etc, Por la misma razón, entiendo que no se refieren a la Navidad en sí, porque la Navidad teóricamente es una fiesta cristiana que representa sobre todo amor. Nos puede gustar o no, podemos creerlo o no, pero la Navidad cristiana, de acuerdo a esa fe, representa que todo un Dios se hace hombre por amor, para enseñar, a quien quiera aprenderlo, que el amor es el primero de los mandamientos. Así que estrictamente hablando, decir odio la Navidad es casi decir odio el amor. Hay un pasaje en el Nuevo Testamento en el que, creo recordar, Jesús llega al templo de Jerusalén y lo ve lleno de mercaderes y se encoleriza. Permitidme que con estas ideas lo busque en internet. Magnífico. Internet para algunas cosas es una maravilla, viene en la wikipedia y dice que la escena aparece en todo

Agradeciendo los servicios prestados

Un buen amigo me ha criticado uno de mis post, uno en el que hago una defensa de la Constitución y hablo del espíritu de la transición y lo que supuso de cambio respecto a la dictadura. Me dice que aquel espíritu es dudoso y que la Constitución resultante es manifiestamente mejorable. No dudo que tenga razón, él probablemente sepa cincuenta veces más que yo de este tema, y seguramente en otros. Sin embargo y aún a costa de provocar más críticas voy a ahondar en la polémica. Pero antes, con el fin de suavizar nuestras posturas, relativizar ideas (incluidas las que aquí se expresan) y disminuir los extremismos, sugiero reflexionar un poco sobre el significado de la política y de la democracia, que como todos sabemos, fue un invento de los antiguos griegos. Pues bien, creo recordar haber leído que ya en la antigua Grecia había dos políticos enfrentados en unas elecciones, pongamos uno malo y otro malísimo. No me pregunteis los nombres, porque yo siempre hablo de oido que, de momento

Disfrutar de la vida

Aun a riesgo de ser considerado un hereje, me voy a atrever a cuestionar algunos de los pilares básicos de la sociedad actual. Me refiero concretamente a comer, beber, fo..ar (omitido por malsonancia),  poseer cosas y viajar. No es que piense que estas cosas sean malas ni mucho menos (¿quién podría pensarlo?) pero sí cuestiono el modo en que la sociedad las utiliza. Para empezar el debate recordemos cómo dicen que se formó el cerebro. Dicen que el cerebro humano tiene, desde el punto de vista evolutivo, dos partes fundamentales. El córtex, que se formó en la era reptiliana y que compartimos con la mayor parte de los animales, y sobre ese se formó después otra capa de tejido nervioso, el neocortex que es la materia gris, lo más específicamente humano. Dicen que en el córtex residen los impulsos más básicos, mientras que en el neocórtex, reside la inteligencia. Que me perdonen los entendidos por el mogollón de imprecisiones y simplificaciones que debe haber en el párrafo anter

¿Un futuro prometedor nos aguarda?

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Por razones que no vienen al caso, cayeron en mis manos unos artículos sobre la evolución de la biología en el corto/medio plazo. Tomé algunas notas para luego recordar los puntos clave y al final he decidido transformarlo en un post. Decía básicamente que se están produciendo avances importantes en las ciencias que tienen que ver con la vida, y que están despuntando nuevas ramas como la biología sintética, la ingeniería genética y la ingeniería biomédica. Según se vaya avanzando en cada una de ellas, en poco tiempo, serán posibles cosas que hoy nos parecen de ciencia ficción pero que no están tan lejanas. Los fabricantes de medicinas, crearán bacterias para generar nuevos medicamentos, más potentes, eficaces y dirigidos tanto al agente causante como a la zona afectada. A través de la biología sintética se “domesticará” la propia vida y será posible la creación de flores o animales raros, de tal forma que será tan común y tan sencillo, que aparecerán juegos para niños, al est

¿Estamos en 2.017 o en 1.984?

Hace un tiempo uno de mis múltiples lectores (que yo sepa, ya tengo al menos dos, aunque no sean fijos) me sugirió releer 1.984. Buena idea, porque en los tiempos que corren deberíamos leer de vez en cuando esta novela de George Orwell. Es curioso que este hombre brillante escribiera el libro en 1.948, de ahí que cambiando las 2 últimas cifras le saliera el título del libro. Y digo que es curioso porque si pensaba así en 1.948 no sé qué hubiera escrito en 2.017, cuando voluntariamente ofrecemos a entidades privadas todo tipo de datos sobre nuestra vida. El gran hermano de 1.984 ya es realidad. Ese ente que nos vigila y sabe en todo momento dónde estamos y qué hacemos, incluso si se nos acelera el pulso porque corremos o eso otro, ya existe. No se llama telepantalla como en la novela sino smartphone Así pues una profecía de la novela es ya una realidad La otra gran profecía cumplida de la novela habla del tratamiento de la verdad. Básicamente Orwell dice a través de sus per