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  Todo parece indicar que esta sociedad sigue el principio con el que titulo esta publicación. Realmente no conozco las causas, aunque viendo quienes resultan beneficiados, podemos concluir que éstos, los beneficiarios, si no fomentan estas prácticas, al menos las ven con muy buenos ojos. O lo que es lo mismo, si no hay realmente una conspiración para complicar lo sencillo y simplificar lo complejo, no hay nadie intentando evitarlo. Porque la consecuencia de complicar lo que es simple y realizar un análisis muy superficial de lo complejo conduce a una abulia colectiva que nos hace mediocres a todos, nos idiotiza, nos aliena. Transforma el mundo intelectual en una clase de bazofia de la que nadie quiere comer. Todo es simple y a la vez complicado, generando una pereza mental que nos inactiva. Es evidente que los poderes fácticos, sean éstos cuales sean, salen beneficiados de esta amalgama de ideas confusas, esta alienación que desactiva cualquier iniciativa y que mantiene el statu

  Buena pregunta. La respuesta dependerá de tu experiencia relacionada con el tema, de que los hayas visto (o pienses que los has visto), de que conozcas a alguien que los haya visto o de que hayas leído u oído tantas historias sobre el tema que ya no tengas la más mínima duda de que existen. Al final creerás en ellos o no creerás en ellos o mejor expresado: creerás que existen o creerás que no existen, es decir, en base a tu experiencia, tu no experiencia o a tu indiferencia, tomarás una decisión sobre ellos.  Generalmente, el que cree que algo no existe se suele atribuir una superioridad intelectual sobre el que cree que sí existe. De hecho, muchas veces se suelen reír de los que creen que algo existe, sin embargo, no hay la más mínima superioridad intelectual ya que, en muchos casos, racionalmente no se puede demostrar ni una cosa ni la otra, están claramente al mismo nivel. Es, por tanto, una decisión de la voluntad , porque incluso el que haya visto un OVNI nunca estará seguro de

 La democracia es la forma menos mala de gobierno, decía Winston Churchill. Lo que supongo quería decir es que a pesar de que le podemos encontrar múltiples defectos a la democracia, cualquier otra forma de gobierno es considerablemente peor.  Y no es que la democracia sea en sí misma mala, sino que el ser humano en su habilidad para encontrar malos usos para las cosas buenas, la pervierte. Se me ocurren algunas formas de pervertir la democracia: 1. Limitar las posibilidades de elección. Si te dan a elegir entre susto o muerte, es bastante probable que la gente elija susto por muy desagradable que sea el susto y por muchas garantías democráticas que haya tenido la consulta. 2. Manipular las ideas de los electores, para ello hay que actuar con paciencia y perseverancia incidiendo desde el sistema educativo para inculcar determinadas ideas y eliminar el espíritu crítico. Si además se aliena al elector con multitud de actividades superficiales (TV, Internet, juegos, redes sociales…) y se

  Tengo un vecino al que sólo conozco de vista. No es de mi portal, ni si quiera es de mi bloque, pero es de aquí, del barrio.   Tenía un gimnasio y estábamos acostumbrados a verle mazao por la calle, paseando el carrito de su hijo.   Me enteré que un día le había dado un infarto, parece ser que tenía una cardiopatía hereditaria. Sobrevivió pero a partir de ese momento, nos tuvimos que acostumbrar a verle como se transformaba en un señor delgado. Pues bien, me han dicho que este verano le vieron ir todo contento al hospital, le habían puesto en una lista de espera para transplantes de corazón y le habían llamado. Ahora se le ve por la calle. Ha recuperado la color y está comenzando a engordar. Generalmente me indigna pagar impuestos porque pienso que sólo sirven para llenar los bolsillos de los granujas. Sin embargo esta vez, me ha llenado de orgullo y satisfacción pensar que la pequeña contribución que hago a través mis impuestos hayan servido para dar una segunda vida a este