Metaverso: el siguiente niv… timo (I)


Seguramente habréis oído ya hablar del metaverso. Creo que hace una referencia a universo, usando el prefijo meta que significa "más allá". Podrían haber querido decir algo así como “más allá del universo".

También se está usando la palabra multiverso, supongo que para indicar un universo de más dimensiones o simplemente más universos, paralelos o no, pero eso sí, conectados con este nuestro, condición imprescindible para hacer pasta, verdadero y auténtico leit motiv de toda esta parafernalia.


Yo creo que existen más dimensiones y más universos pero no en estos que están creando los actuales arquitectos del futuro. Esos otros universos, esas otras realidades en las que yo creo, habrá que buscarlas con nuestro intelecto, recurriendo a algo tan arcaico (y a la vez tan ancestral y específicamente humano) como la religión y la filosofía.


Estos “arquitectos del futuro”, sin embargo, están pensando en gafas de realidad virtual y ropa (y guantes) a la que se le añade sensores y mecanismos de interacción con el cuerpo para construir una ilusión de realidad. Podéis imaginar que lo último que quieren que usemos estos “arquitectos”, es nuestra cabeza para pensar.


La tecnología que habrá detrás de todo este metaverso es fascinante con un poderío inmenso. ¿Por qué, entonces, soy tan reticente a algo tan llamativo y novedoso como para poner el título Metaverso: el siguiente timo a este post? 


Pues porque ya se ha hecho con las redes sociales, que hubieran sido una herramienta muy poderosa para coordinarnos y hacernos más humanos y conectados unos con otros, pero que sin embargo, en pro del supremo objetivo de enriquecer y aumentar aún más el poder de los ricos y poderosos, se han utilizado para embrutecer, alienar, confundir y exprimir a la gran masa.


Así que, de los mismos que usan las redes sociales para todo esto, llega ahora el metaverso. Si las redes sociales son adictivas, el metaverso, no será adictivo sino lo siguiente, porque es auténticamente inmersivo.

En la actualidad, los poderosos nos tienen entretenidos con imágenes y sonidos. Imágenes procedentes de una pantalla más o menos grande y sonido procedente de unos altavoces o auriculares.

Con el metaverso, en vez de pantalla tenemos unas gafas que cubren todo nuestro campo de visión, unos auriculares que controlan todo lo que oímos y ropa que nos transmiten sensaciones táctiles y, junto con las gafas, interactuamos con el ordenador.

Nos podemos imaginar lo que eso significa: haciendo movimientos naturales controlamos la forma en la que nos movemos por esa realidad virtual (contrasentido en sí mismo, algo así como hablar de un malvado bueno).

Así pues, nos podemos mover a nuestro antojo por un mundo completamente virtual diseñado por “los arquitectos”. Podemos movernos por habitaciones, ciudades, bosques, museos, mirar arriba y abajo, tocar objetos inexistentes y cuanto se pueda imaginar.


Imaginaos toda esta tecnología puesta al servicio del progreso de la humanidad. Seria espectacular. Niños aprendiendo historia mientras se mueven entre los antiguos griegos, o estudian botánica en medio de un bosque, médicos que operan a pacientes virtuales, técnicos que se entrenan en equipos virtuales antes de enfrentarse a los equipos reales, reuniones en familia cuyos miembros están lejanos, hacer una ruta turística por los fiordos sin salir de casa y millones de cosas buenas y agradables más.


Todo eso se podrá hacer, sí, pero desgraciadamente se podrán hacer muchas cosas más y por eso un buen número de empresas están invirtiendo miles de millones de dólares. Es obvio que esperan sacar muchos miles de millones más de todos nosotros.

Aunque ese objetivo sea lícito, puesto que sin la posibilidad de enriquecimiento no habría la motivación para hacer esos enormes desarrollos e invertir esa burrada de millones, la avaricia y el ansia de poder predominará sobre la ética y, como ha pasado con las redes sociales, se usará para manipular y exprimir a la masa.


Ya hay muchos juegos que desarrollan mundos virtuales aislados, con gafas de realidad virtual y accesorios que facilitan el moverse por ese mundo. El objetivo es interconectar esos mundos de tal forma que puedas moverte por todos ellos con la misma facilidad que ahora abrimos una puerta, y por supuesto con la misma identidad (y el mismo avatar)


El primer paso es tener tu propio avatar. Una imagen de ti que te represente en ese mundo virtual. Tú puedes elegir como te gustaría ser, el color de tus ojos, la estatura, el pelo, el sexo, etc y así es como te verán el resto de los participantes. Por fin podrás ser como siempre has querido ser. 

Luego necesitarás algún accesorio como gafas de realidad virtual o ropa de realidad virtual. En abaratar estos productos es en lo que están trabajando ahora, porque todas esas cosas existen desde hace tiempo. El problema es que algunos accesorios no son asequibles y los arquitectos del futuro necesitan que sean muy baratos para que se puedan desplegar masivamente.

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