Los listos y los currantes


A lo largo de mi dilatada vida laboral he tenido que trabajar con cientos de personas distintas. Atendiendo a distintos criterios, podrían clasificarse de mil formas diferentes pero elegiré uno que me servirá a los propósitos en este post.

Pues bien, no era complicado distinguir, tras algunos trabajos conjuntos, entre los que se les llenaba la boca hablando en las reuniones y luego hacían más bien poco y los que parecían menos participativos en las reuniones pero que calladamente sacaban todo el trabajo que se les encomendaba y además con calidad. Llamaremos a los primeros, los “listos” y a los segundos, “los currantes”.

Los listos hacían las reuniones interminables, se iniciaban pensamientos circulares de los que nunca se salía y tras un montón de horas de reunión, ésta se acababa sin concluir nada. Yo sufría enormemente en aquellas reuniones, sobre todo si no tenía ningún poder en la misma. Veía como el tiempo se iba esfumando y los montones de cosas que me quedaban por hacer en mi puesto se amontonaban. En cambio, si era yo el convocante o tenía cierto poder en la reunión sobre el listo, zanjaba la discusión con frases como “no vamos a insistir más en ese tema, que no nos lleva a ningún lado” o similares. Seguramente eso me dio en algunos sectores un halo de borde y en otros de eficaz.

Observé como los listos, esos que no se cortaban ni con un cristal, que hablaban en las reuniones, aunque no tuvieran nada que decir, prosperaban en la empresa con más facilidad que los currantes, esos que sin protestar sacaban todo el trabajo que se les echara encima. Supongo que los que tomaban las decisiones pensarían “si hago jefe a este currante, aunque lo merezca y lo vaya a hacer bien ¿Quién va a sacar luego el trabajo?”. Así que el currante permanecía en su puesto por los siglos de los siglos, mientras los listos eran promocionados y galardonados con toda clase de prebendas. 

Supongo que en otros países pasará lo mismo, en todos los sitios cuecen habas, pero desde luego, en España, las cocemos mejor y más gordas que en ningún sitio.


Por lo que se ve desde fuera, en política parece pasar lo mismo. Hay un factor adicional en política, que en las empresas se ve menos (pero supongo que solo porque está más oculto), y es que, además de pertenecer a la saga de los listos, has de tener un buen padrino (mejor si son varios). 

El problema que tienen los listos es que no solo no resuelven problemas, sino que los crean de la nada y son capaces de enredarse en los problemas autocreados de una manera tal que hacen olvidar al resto los problemas originales que se tenían que resolver (en eso hay que darle un diez a los listos por su gran habilidad).

Y así estamos en España donde ni un solo problema se resuelve y se crean nuevos que nada tienen que ver con la problemática de los ciudadanos, que son ignorados y vilipendiados de mil maneras distintas. Se nos sustraen nuestros derechos con una naturalidad tan pasmosa que el propio ciudadano piensa: “si es que tiene que ser así

Que no se vea en mis palabras una crítica al gobierno. No, no lo es. Es una crítica a la clase política en general, porque vemos listos en un lado y en otro del espectro político. Lo que no vemos son currantes.  

Hay políticos que por decir un algo, que se me ocurre en este momento, contestan a lo que les sale de los coj..  a los periodistas en una respuesta que nada tiene que ver con la pregunta, despreciando de esa manera, no solo al periodista en cuestión, sino a todos los ciudadanos que querríamos saber la respuesta.

Y en el colmo de la vaguería y la desvergüenza, ni siquiera tienen que prepararse una rueda de prensa. Total, van a contestar lo que les salga de los coj..  u ovarios (que esta palabra sí se puede decir) .

También hay políticos (por decir otro algo) que, con la que está cayendo actualmente, y con la que se nos viene encima, andan preocupados por los dibujines de las señales de tráfico o por intentar averiguar quién fue más malo (peor, que dirían los lingüistas) en algo que ocurrió hace casi cien años.  Como humilde ciudadano les pediría a los políticos que se centraran un poco en los problemas actuales, porque lo que ocurrió hace casi cien años, me temo que ya no tenga remedio. Si acaso, se puede usar para aprender de los errores cometidos. 

Como humilde ciudadano, les pediría que se aseguraran de que los ERTE se cobran en su debido tiempo, que las administraciones funcionen como un reloj procesando las peticiones de los ciudadanos, que el problema vírico se trate con seriedad, sin marearnos. 

Les pediría que se tratara con respeto a los enfermos de otras patologías distintas del Covid (y de paso a los del Covid). No estoy seguro de que no esté muriendo más gente por desatención en patologías distintas al Covid que por Covid. 

Les pediría que, puesto que se nos viene encima un problema económico de agárrate y no te menees, algún “currante” estuviera pensando en serio sobre los planes que pueden hacer despegar la economía, porque con lo que piensen los “listos”, vamos listos.

Hay tanto que pedir a los políticos… por favor, dejen de inventarse problemas. Ya tenemos bastante con los reales.

Pero ¿por qué en España (seguramente más que otros países) triunfan más los listos que los currantes? Supongo que es por nuestra cultura extrovertida. Nuestra sangre latina y ardiente que hace que no soportemos a los sosainas que hablan poco y encima con criterio.

Sea la razón que sea, el hecho es que es así. Y nosotros, tenemos la culpa cuando aupamos a los cantamañanas a los puestos de decisión.

Así que seamos de izquierdas o de derechas (al fin y al cabo tampoco es tanta la diferencia entre una izquierda moderna y una derecha moderna), exijamos que nuestros líderes, pertenezcan a la saga de los currantes y no a la de los listos, aunque los currantes sean más feos y sosainas. Ya lo dice un sabio refrán: De lo feo y de lo hermoso, deme Dios lo provechoso. 

Por si acaso, alguien se me ofende con alguna de las opiniones aquí escritas, que se sepa que todo esto está dicho desde el cariño, y que como decía Groucho Marx  “Estos son mis principios. Si a alguien no les gustan, tengo otros”

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Las ideas aquí expuestas no tienen porque estar en lo cierto. Son solo una visión de la realidad. Es poco probable que alguien se encuentre en posesión de la verdad, por eso Siguiente Nivel es una invitación a que cada uno desarrolle su propia verdad a través del estudio y la reflexión.


Comentarios

  1. Estoy de acuerdo contigo. El problema es ¿por qué coj...elegimos a los listos?
    Sobre lo que ocurrió hace ochenta años (1936), hay mucha heridas que no se han cerrado y mientras no se cierren no dejaran de supurar y hay que solucionarlo, algo que se debería haber hecho hace muchos años. Hay muchos listos de entonces, sus hijos y nietos(listos) de ahora parece ser que no les interesa. Quizá tengan miedo a lo que pueda salir, a como consiguieron sus fortunas... Todo esto evidentemente sin olvidar para nada el problema que nos asola con el jodido bichito de los coj... Con voluntad, y sin enfrentamientos que no conducen a nada, todo se puede hacer. Si se quiere claro.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, Antonio por tu comentario. Sobre porqué elegimos a los "listos", avanzo una teoría en mi post. Nuestra cultura extrovertida nos hace elegir más al participativo que al sosaina aunque éste último le dé cien vueltas al primero.
      Respecto a la guerra civil, tienes razón que aún quedan muchas heridas abiertas y ójala se diera con el bálsamo para cicatrizarlas. Quizá una comisión seria e independiente... pero desengañémonos, eso de una comisión seria e independiente es imposible, aunque al menos, se debería intentar...
      Lo que me parece preocupante es que algún "listo" hurgue en la herida y la haga más dolorosa aún, en vez de intentar curarla, que es lo que seguramente haría un currante. Sobre todo en un momento en el que tendríamos que estar más unidos que nunca.

      Gracias otra vez por leer mis posts y encima, comentarlos. Un saludo

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