¿Está bien pegar a un padre anciano? - IV (final)

 


 Viene del anterior

- Los matáis -dijo Vicente riéndose

Arturo sonrió.

- No, porque nuestros recursos son dedicados exclusivamente a los que lo necesitan. Nadie que no lo necesita se le ocurre pedir una ayuda. Bueno, alguno habrá, pero al menos no se jacta de ello en público, lo mantiene oculto porque sabe que si se lo contara, incluso al mejor de sus amigos, le miraría con desprecio por estar recibiendo una ayuda que sería muy útil para otro que realmente lo necesita. 

En cambio en Villabajo, me consta que vosotros mismos habéis fomentado las ayudas públicas por doquier y que prácticamente se considera un pringao a aquel que no las tiene. Vosotros mismos habéis fomentado esa relatividad moral. “Si todo el mundo recibe ayudas, aunque no las necesite, ¿por qué voy a ser yo el único? Al fin y al cabo soy más pobre que mi vecino que tiene la ayuda de no sé qué” 

¿Cuál es la consecuencia? Que algunas personas, auténticamente necesitadas, se quedan sin ellas y eso éticamente es malo por sí mismo aunque sea legal.

En esa relatividad moral que habéis desarrollado, el bienestar individual está muy por encima del bienestar social, o mejor dicho del bienestar del resto, incluido familiares y amigos. Si mi madre, que acaba de ponerme una cerveza y un aperitivo mientras estoy viendo el fútbol, se pone delante del televisor justo en una jugada interesante, la pego dos gritos porque es una torpe y me ha molestado. 

Si mi padre, ya anciano, se niega a darme un poco más de dinero para irme de parranda con los amigotes, ¿porqué iba a estar mal pegarle con un calcetín sudao? Total, me he frustrado en mis pretensiones y encima nadie lo va a saber y no me van a meter en la cárcel. 

Fruto de ese individualismo, de esa relatividad moral, habláis con ligereza de temas graves y profundos como el aborto y la eutanasia y así, debates infinitamente complejos los simplificáis en eslóganes que se pueden escribir en una pancarta. 

Perdóname -continuó Arturo- pero no puedo evitar comentar algún eslogan que he visto en fotos de manifestaciones de Villabajo y que me han parecido graciosos. Recuerdo uno en defensa del aborto que decía “es mi cuerpo, es mi decisión”. Claro que sí, maja pero en el momento que estás embarazada, estás hablando del cuerpo de otro, que no es el tuyo, aunque esté dentro de tí. 

- O sea, eres antiabortista, como se no podría esperar de otra manera según tus ideas.

- Ese es otro de vuestros problemas -dijo Arturo-. Sacáis conclusiones precipitadas y en cuanto no se os da la razón en algo, estamos en contra vuestra. Solo he contraargumentado un eslogan en una pancarta. De ahí no puedes inferir mi postura. Una sociedad avanzada necesita debates serenos sobre los temas complejos y llegar a consensos, si es posible, cediendo cada postura parte de su terreno. 

Lo que pasa es que sistemáticamente simplificáis los problemas y lo hacéis con todo: Los ricos, todos malos, los pobres, todos buenos. ¿pues no habrá de todo como en botica? ¿No habrá ricos buenos y pobres malos? Habéis estigmatizado a los empresarios diciendo que son todos unos explotadores. ¿No habrá también empresarios buenos preocupados por sus empleados? ¿no son los empresarios los que realmente generan riqueza y la distribuyen en un país? ¿no son ellos los que arriesgan su dinero, hipotecan sus casas y ponen en juego sus familias para levantar una empresa?. cuando tienen éxito, ¿acaso no se lo han ganado?¿no deberían tener la admiración social por ello?

- Arturo, si es que es como ya te he dicho, no tienes remedio. Eres un facha.

- Uno más de vuestros problemas. Le ponéis etiquetas a todo y a todos y una vez etiquetado alguien, se le trata como tal. No esperaba que llegáramos a un acuerdo. Pero has sido tú el que querías saber porque nuestro pueblo es próspero y el tuyo no. Yo te he dado mi opinión y tu conclusión es que soy un facha. Ya sabíamos que el entendimiento entre nosotros sería complicado, así que de momento, y sin renunciar a que en futuras conversaciones se acerquen nuestras ideas, limítate a cumplir las condiciones que hemos impuesto para conseguir el dinero que necesitáis.

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Cualquier parecido con cualquier realidad pasada presente o futura, es pura coincidencia. Esto es pura ficción y propone ideas sobre las que debatir de forma tranquila y siempre desde el máximo respeto a la forma de pensar de los demás. Abajo están los campos para comentarios.

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Las ideas aquí expuestas no tienen porque estar en lo cierto. Son solo una visión de la realidad. Es poco probable que alguien se encuentre en posesión de la verdad, por eso Siguiente Nivel es una invitación a que cada uno desarrolle su propia verdad a través del estudio y la reflexión.

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