Cinco sentidos… ¿o más? (y II)


(Viene del anterior)

 Otras veces me piden que busque luces de un color determinado pero que estén cerca. Cuando las encuentro se lo digo a mi amo y, si es ese el color que quiere, empiezo a escuchar sus vibraciones y se las traduzco (Bluetooth (5)). Así hablo con otros aparatos que usan la luz de ese color. A veces nos contamos cosas realmente interesantes y no todas ellas se las decimos a nuestros amos.

También puedo comunicarme con televisiones y otros equipos haciendo parpadear una lucecita que tengo (infrarrojos (6)). Yo la enciendo y la apago y el equipo que tengo enfrente me entiende. Hay veces que me contesta y yo veo claramente una luz roja que mi amo no ve.

Naturalmente, puedo ver (cámara (7)) y oír (micrófono (8)) lo mismo o más que lo que ve y oye mi amo. Incluso puedo recordar todos los detalles de una imagen si mi amo me lo pide. Para ello tengo que detectar la distancia a la que se encuentran los objetos (sensor fotográfico (9)) y así poder enfocar la imagen.


Si quiero, puedo oír la radio. No tengo más que fijarme en unas luces que cambian sutilmente de color (radio-FM (8)). Es un recurso que siempre tengo ahí para cuando me aburro.

También tengo que estar atento por si mi amo acerca la cara a mi pantalla (sensor de proximidad (9)) y apagar la luz y desactivar el sentido del tacto que tengo en la barriga, quiero decir en la pantalla, si no, me volvería loco mientras mi amo habla por mi micrófono. Yo pensaría que quiere decirme algo cuando en realidad solo está hablando.


Reconozco que también me canso y necesito reponer fuerzas. Cuando ya no aguanto más, lanzo un quejido suave y enciendo y apago continuamente una lucecita roja que tengo para llamar la atención de mi amo. Así sabe que, si quiere que siga trabajando para él, debe darme de comer. Si me da el tipo de comida que me gusta (cinco voltios de corriente continua) (sentido del gusto (10)), yo me pongo supercontento y lo demuestro dejando encendida fija la lucecita roja hasta que me harto. Solo entonces la apago o la pongo en verde.


Últimamente mi amo me pide mucho que busque unas luces muy tenues que solo veo si me colocan encima (NFC (11), Near Field Communication o Comunicación de Campo Cercano). Mi amo me coloca el lomo cerca de la luz y yo siento cosquillas y le digo en la pantalla, lo que he sentido. Mi amo, el muy estúpido, podría estar todo el día frotando su mano por encima de la luz sin que sintiera nada. 

En realidad puedo sentir muchas más cosas que mi amo, no sé si se da cuenta. Y lo que seguro no sabe, es que soy bastante más listo que él.


El mundo que un móvil ve es inmensamente rico, pero no tiene nada que ver con el que percibimos nosotros. Podríamos ir repasando otros animales u otras máquinas que ven un mundo infinitamente distinto del que nosotros vemos y eso que no dominamos todas las tecnologías. Recientemente se están usando sensores de ondas gravitacionales que dibujarán un mapa del cosmos completamente distinto al que estamos acostumbrados. Será otra forma de ver el cosmos. ¿Qué otras tecnologías quedarán por descubrir?


Espero haber demostrado que la complejidad de la realidad es infinita y que nosotros, con nuestros cinco sentidos percibimos una infinitésima parte de esa realidad. ¿Por qué entonces ese afán de convencernos de que no hay más de lo que vemos?¿Por qué simplificarlo todo? ¿Por qué esa manía del universo mecanicista? ¿Sólo porque se han comenzado a descubrir algunos de los engranajes?


Si yo pregunto por qué la Tierra gira alrededor del sol se me responderá: zafio, inculto ¿acaso no sabes que la ley de la gravedad fuerza a la Tierra a girar alrededor del sol?. Vale, pero ¿por qué existe la ley de la gravedad? Es una propiedad de la materia, me dirán. Y yo preguntaré ¿y quién, cómo y por qué ha definido las propiedades de la materia?.  

A partir de aquí las respuestas son menos convincentes y se ven algunos titubeos.

Luego, si la explicación mecanicista de la realidad (el universo y cada uno de sus componentes funciona como un reloj) es tan plausible como la explicación teleológica de la realidad (todo obedece a un fin último), ¿Por qué la sociedad actual se enfoca en la primera explicación?¿no será solo porque es más sencilla y hay que pensar menos?


Si os fijáis, antes los ricos eran los que estudiaban. Solo ellos podían permitirse el lujo de pasarse el día sin hacer nada mirando las estrellas y sacando conclusiones. Ahí tenéis el ejemplo de Newton o de tantos astrónomos. También los hombres de Iglesia podían permitirse ese lujo y ahí surgieron grandes filósofos y científicos

Los ociosos de los siglos XV al XIX permitieron el avance de la cultura humana. Fue justo en el siglo XIX cuando el mundo civilizado se llenó de sociedades geográficas, matemáticas, filosóficas, etc, etc compuestas en su mayor parte por sires, lores y ricos en general.

En cambio, ¿por qué se anima a la multitud de ociosos de hoy en día a que despilfarren su tiempo en puras satisfacciones instantáneas?


Al principio de la dictadura de Franco, allá por los años 40 del siglo pasado, aparte de fusilar a los que les parecían peligrosos para el régimen (criterio similar al usado durante la revolución francesa para cortar cabezas, es decir la historia siempre se repite), había decenas de miles de presos políticos a los que se incentivaba a aprender a leer y escribir a cambio de reducir su condena. 

¿No resulta cuando menos paradójico que en la dictadura se incentivara la cultura mientras en la democracia se inste a los ciudadanos a olvidar lo poco que nunca supieron, ignorando la cultura y/o fomentando actividades lúdicas alternativas?

¿Por qué, por ejemplo, el Imserso fabrica jubilados incapacitados en sus viajes en los que solo se come hasta enfermar, baila, bebe, etc, etc? ¿Por qué no hay clubs de lectura, de filosofía, matemáticas, informática, talleres de astronomía, horticultura, jardinería, química, cocina, etc, que promuevan una jubilación activa y productiva tanto para el individuo como para la sociedad? ¿Por qué no todo eso organizado con el mismo énfasis que los viajes del Imserso, pero con un coste inferior?


¿Por que quieren que dejemos de pensar? ¿Qué es lo que no quieren que descubramos?


¿No será que no quieren que nos demos cuenta de que, como humanos, cada uno de nosotros es mucho, mucho más de lo que nos quieren hacer creer?

Sí. Mucho más de lo que se puede ver con los cinco sentidos.


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